Alex Rins ha vuelto a pista tras las navidades para pilotar una Yamaha.
Los pilotos están en su descanso invernal todavía antes de empezar con la época de presentaciones de equipos y luego se reanuden los test de pretemporada. Pero hay algunos que no pueden esperar a subirse a una moto, como es el caso de Alex Rins que ha rodado con una Yamaha precisamente en el Circuito de Almería donde tantos corredores entrenan durante el año.
El test de Valencia no fue suficiente para que Alex Rins conociera a la Yamaha: «Me supo a poco, al final en un día tienes poco tiempo de mejora, para probar nuevas cosas. Se me hizo corto, pero me quedé muy contento por cómo fue», explicó a Sport.
«Estoy muy contento porque Yamaha se fijase en mí y me diera esta oportunidad de volver a un equipo oficial», agradecía la oportunidad que ya le dio Suzuki en su momento al subir a MotoGP. «Al final, la mayor diferencia entre un oficial y un satélite es el respaldo que tienes con la fábrica».
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Vuelta al ruedo para el aragonés
«En Valencia, en el test, me sentí mucho más escuchado por mucha más gente a nivel de equipo para poder desarrollar la moto y aportar mi experiencia al equipo», añadía el piloto procedente de Valdealgorfa respecto a estos entrenos que tuvieron todos los de MotoGP en Cheste dos días más tarde de terminar la temporada 2023.
Físicamente, Rins cuenta los avances: «Cada vez que me subo a la MotoGP, mejor. Voy notando los pasitos de mejoría que vamos dando. Desde la primera vez que me subí hasta esta última, que fue en Valencia, la verdad es que me he ido encontrando mucho más cómodo, casi rozando el 100%», confesó Alex.
«Cuando probé la moto era el cuarto día de rodar sin parar; bueno, miento, tuvimos un pequeño día de descanso por el medio, pero no mucho. Me sorprendió porque el dolor que sentía fue de más a menos, cuando lo lógico es que vaya de menos a más», concluyó Alex Rins.
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