Manuel Poggiali tiene claro que Valentino Rossi, con su trayectoria y su legado, se ha ganado el derecho a ser un piloto respetable a pesar de sus últimos resultados.
Manuel Poggiali fue piloto del mundial durante casi una década. Se coronó como campeón del mundo de 125cc en 2001, donde había debutado sólo dos años antes, pero no pudo defender su corona y fue subcampeón al año siguiente frente al francés Arnaud Vincent. Pese a ello dio el salto a 250cc y se llevó el título siendo ‘rookie’ frente a rivales como Roberto Rolfo, Toni Elías o Randy De Puniet. Actualmente ejerce como entrenador de pilotos del equipo de Gresini y realmente ostenta un gran conocimiento del mundial. Sobre todo ello ha hablado en su última entrevista en exclusiva con gazzetta.it.
Su adiós de las carreras. “Después de 2004 tuvo dificultades, menos estímulos, básicamente no pude aceptar el hecho de que podía perder, y esto levantó gradualmente la concentración absoluta que se necesita para practicar un deporte a nivel mundial. Además, al final de mi carrera, algunas caídas particularmente fuertes me convirtieron en espías. La serenidad es fundamental, es lo que te permite actuar. Entonces no manejé las situaciones de la mejor manera, no me culpo por eso, aun así me dio ideas para crecer, no haber ganado el tercer campeonato mundial no me hace peor persona. He hecho mi camino, estoy orgulloso de las metas alcanzadas, sobre todo pensando en el lugar de donde partí, y estoy feliz de seguir siendo parte de este mundo, donde tengo un trabajo que disfruto”.
Echando la vista atrás
Su título más especial. “Ambos hermosos. El de 125 fue la realización de algo que iba más allá del sueño de participar en el campeonato del mundo como mis ídolos: ganar era de hecho aún más difícil, porque significaba ir más allá de los límites, de los pensamientos. Llegar a Aprilia, por otro lado, coincidió con el mejor año de mi carrera: moto fantástica, lugar fantástico, gente fantástica con la que trabajé, empresa y presidente detrás de mí que me amaba. Una situación de ensueño que me llevó a ganar en mi debut en 250, algo impensable”.
Los pilotos más fuertes con los que ha tenido competido. “Corrí con muchos campeones, como Lorenzo, Pedrosa, Davis, Stoner, Dovizioso, Simoncelli, Pasini. Con quien tuve un poco más de conflicto fue Toni Elias, un rival duro porque es impetuoso, agresivo, siempre al borde de la justicia. Era un oponente digno que me hizo sudar. Hace poco nos vimos en Barcelona, hoy vivimos el paddock con más serenidad y es lindo bromear sobre las tensiones del pasado”.
Rossi, un superviviente de la época. “Valentino es un ejemplo para cualquier piloto, ha creado una gran pasión por parte de un público más amplio, acercando a muchas personas al motociclismo, algunas quizás incluso de manera superficial. Hoy vive una situación difícil, ya que ya no es uno de los posibles ganadores, pero eso no quiere decir que siga siendo un piloto respetable, que tiene derecho, después de nueve títulos, a decidir su futuro con confianza”.
Su presente como entrenador
Su papel como entrenador de pilotos. “El trabajo se divide en varias partes. Desde casa se hace un análisis de la historicidad de las carreras anteriores, las características de la pista, los posibles puntos débiles de nuestros pilotos, y de ahí sacamos información de cómo empezar a trabajar. En la pista, tenemos las herramientas y la tecnología para analizar los datos, además de mi experiencia en el campo que transfiero a pilotos y técnicos”.
La muerte de Gresini, un duro golpe en el paddock de MotoGP. “La muerte de Fausto nos tomó a todos desprevenidos, también porque nos aferramos a pequeños signos de mejoría. Cuando llegó la noticia, mientras estábamos en Valencia, fue un momento muy triste, no sabíamos qué hacer. Entonces la familia decidió continuar y continuar, como le hubiera gustado a Fausto, el trabajo, uniendo fuerzas aún más”.
“Las motos son una forma de vida”
Volver a correr en moto. “Sigo montando motos, organizando cursos de conducción deportiva y segura, pero también en la calle, me gusta hacerlo, las motos son una forma de vida. En cuanto al espíritu competitivo, es un capítulo cerrado, di bastante con mucho esfuerzo y compromiso, ganando mucho en unos años, y estoy muy orgulloso de lo que logré: a los 14 todavía estaba en minibikes, a los 16 hice mi debut en el campeonato mundial y a los 18 gané mi primer título. De todos modos, para responder a la pregunta, sí, creo que podría clasificarme”.
La seguridad actual en los campeonatos. “Sin duda, la tecnología está dando una gran ayuda a la seguridad en cuanto a ropa y protecciones, pero los espacios de escape son siempre los mismos ante motos muy veloces. En más de una ocasión, las motos de MotoGP han acabado por detrás de las protecciones, una señal que no debe subestimarse. Además, el repavimentado convierte a las pistas en una mesa de billar, pero muchas veces se descuida la creación de un escalón con el bordillo, lo que, sobre todo con el Moto3, muy rígido y con neumáticos estrechos, facilita la pérdida del neumático. Haber quitado grava y césped te permite no lanzar una carrera, pero por otro lado aún acorta el espacio de frenado“.
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