
Santi Hernández ha hablado de la relación tan especial que tiene con Marc Márquez.
A lo largo de los años, Santi Hernández ha sido más que simplemente el jefe de equipo de Marc Márquez. Santi se ha convertido en su amigo, y ha sido la mano derecha del piloto en los momentos buenos y también en aquellos que no lo han sido. Ahora, con el fichaje de Marc por el Gresini Racing sus caminos se separan, empezando así una nueva etapa.
En una entrevista concedida a Motosprint, Santi Hernández hablaba sobre su relación y esa primera impresión que tuvo. «La primera vez me llamaron la atención, sobre todo sus comentarios. Con lo joven que era y la poca experiencia que tenía, era capaz de expresarse sobre la moto, sobre lo que pasaba o no, y me sorprendió», explicaba Santi.
El que ha sido hasta ahora su jefe de equipo también lo ha querido definir como persona, más allá del piloto: «Marc siempre ha sido muy buena persona. Como se le ve sonreír en televisión, también es así en la realidad. Incluso cuando las cosas no van bien siempre busca algo positivo. Marc es un líder, marca la dirección con el equipo y su gente», afirmaba.
Evolución de Marc
La historia de Marc con Santi empezó en 2011, cuando Hernández se convirtió en el jefe técnico del piloto en el equipo Team Catalunya Caixa Repsol en Moto2. Dos años después, siguió sus pasos en el Repsol Honda desde la temporada 2013. «Cuando empezamos era un ‘niño’, ha crecido, pero no ha perdido esa motivación, esa alegría de venir aquí, de trabajar, divertirse y ganar. Su ADN sigue siendo el mismo. Da el 200% cuando se sube a la moto», reconoce Santi.
Juntos han ganado siete títulos y han conseguido una relación más allá de lo laboral: «Me siento afortunado porque he podido trabajar con un piloto fuerte, rápido y también inteligente. En los momentos difíciles, Márquez no se pone nervioso, se quita el casco y explica lo que hay que resolver, con una persona así da paz». Santi, además, ha aprendido mucho de Marc Márquez: «Aprendí que en la vida nunca hay que rendirse: cuando te caes, tienes que volver a levantarte y pensar en positivo».
Momentos difíciles
La historia de Marc no ha sido un camino fácil. El piloto catalán ha vivido, estos últimos años, tantas lesiones y tantos momentos duros. Hay dos momentos duros que Santi recuerda:«En 2011, cuando se cayó en Malasia y tuvo diplopía. Ni siquiera sabíamos si podría volver a subirse a la moto. Y luego la caída en Jerez en 2020, que a nivel personal vi a un amigo que sufría mucho. En ese caso, hice mío el problema«, sentenciaba Santi Hernández
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