Paolo Simoncelli ha compartido su análisis sobre lo sucedido en las primeras curvas del Gran Premio de Cataluña, con la caída de Bastianini y el brutal accidente de Bagnaia.
El Gran Premio de Cataluña dejó en apenas dos curvas una de esas imágenes que hielan la sangre. Nada más apagarse el semáforo en el trazado de Montmeló, en la primera curva, Enea Bastianini se iba al suelo. El piloto de Ducati llegaba pasado de frenada, y en su caída se llevaba por delante a cuatro pilotos más: Alex Márquez, Marco Bezzecchi, Johann Zarco y Fabio DiGiannantonio.
Mientras los pilotos se levantaban, en la curva 2 se producía una nueva caída. En este caso era la de Pecco Bagnaia. El Campeón del Mundo sufría un violento highside mientras lideraba la carrera, para el que hasta el momento no se ha encontrado explicación. Tras la caída, el italiano quedaba tirado en medio de la pista, girando sin control. Aunque la mayoría de las motos que le seguían pudieron, milagrosamente, esquivarle; Brad Binder no tuvo esa suerte. La KTM del sudafricano pasaba sobre las piernas de Bagnaia, dejando uno de esos momentos que cortan la respiración.
En el circuito catalán se vivieron momentos de tensión mientras los servicios médicos atendían al piloto en la pista, para posteriormente ser trasladado en ambulancia al centro médico. Tras los primeros exámenes se confirmó el milagro: Pecco Bagnaia no sufría ninguna fractura, aunque sí múltiples contusiones. Peor suerte corrió su compañero de equipo.
«Donde hay velocidad hay peligro»
La caída de Enea Bastianini se saldó con una fractura en el maléolo tibial de la pierna izquierda y otra más en el metacarpo de la mano izquierda. ‘La Bestia’ tuvo que pasar por quirófano para tratar ambas lesiones; y por el momento no hay fecha para su regreso a MotoGP. Paolo Simoncelli, padre de Marco Simoncelli y jefe del SIC58 Squadra Corse, analizó lo sucedido en los primeros instantes del Gran Premio de Cataluña.
«En mi opinión, tenemos que agradecer al error de Bastianini que Bagnaia saliera prácticamente ileso del espantoso accidente», contaba Simoncelli a través de su habitual comunicado post Gran Premio. «Os parecerá extraño, pero pensad que si Enea no se hubiera separado de alguna manera del grupo de cabeza que encabezaba Pecco, el riesgo de atropellarle al menos una segunda vez habría aumentado drásticamente».
Precisamente, tras esa primera caída muchos pilotos perdieron velocidad para no verse afectados; incluso algunos salieron de la trazada para incorporarse más adelante. «Afortunadamente todo ha ido bien y les mando un abrazo a los dos para que se recuperen pronto. Todos sabemos que donde hay velocidad hay peligro, pero el motociclismo es pasión y no se puede parar», concluía Simoncelli.
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