Casey Stoner repasa su trayectoria y el nivel de la actual MotoGP.
El bicampeón del mundo y leyenda de MotoGP, Casey Stoner, ha concedido una entrevista a Motociclismo.it en la que ha hablado sobre su pasado en la categoría, como se sentía en aquellos años, además de analizar el nivel actual de los pilotos de la categoría reina con un punto crítico bastante claro.
Preguntado por lo que se siente más orgulloso de su carrera, el australiano afirma estarlo de muchas cosas, pero de otras no tanto: “Siempre pienso que podría haber logrado más y creo que hubo situaciones en las que podría haber hecho un mejor trabajo, pero estoy contento con lo que hice. Podría haber tomado mejores decisiones, pero cada error que cometí aprendí algo que me resultó útil cuando pude hacer lo que nadie más podía hacer que era ganar carreras y campeonatos haciendo felices a todos, esa fue la mejor sensación para mí”.
Aunque tiene claro que no existe la perfección y que siempre que se subía a la MotoGP pensaba que podría mejorar un poquito más, en alguna ocasión sí que llegó a sentirse invencible. “Si que me he sentido invencible y cuando todo iba bien lo más difícil era mantener la concentración. Siempre he trabajado mejor bajo presión, mientras que cuando todo es más fácil, más sencillo es cometer un error porque estás menos concentrado. En muchas carreras sacaba más de un segundo por vuelta, pero tuve que ir más despacio para asegurarme la victoria. Esa era una gran sensación”.
La mejor y peor moto que ha pilotado en su carrera
Stoner pasó tanto por Honda como por Ducati en su trayectoria en MotoGP, siendo campeón con las dos en 2007 y 2011 respectivamente y tiene claro cuál es la mejor moto que ha pilotado. “La Honda RCV de 2012 antes de que Bridgestone cambiara los neumáticos, esa moto era la mejor que había pilotado jamás. Después de un par de carreras, los neumáticos cambiaron por completo y nos dieron muchos problemas, no podíamos parar la moto. Era casi perfecta porque tenía un buen frenado, excelente tracción, excelentes paso por curva, motor suave, excelente equilibrio…”.
En cambio, y qué paradoja, la Ducati de 2007, con la que ganó su primer título mundial de MotoGP, fue la moto más difícil que el piloto en su vida: “Todo el mundo piensa que gracias a que fui competitivo la moto funcionaba bien, pero las otras Ducati no iban a ninguna parte, incluso daba miedo en determinados momentos. En muchas ocasiones no notaba conexión con el motor, el tirón de la cadena era un desastre y no había aceleración. Lo bueno que tenía era su estabilización frenada y velocidad en cuarta, quinta y sexta marcha, pero tuve que realmente al límite para ser competitivo”.
¿Gran nivel de pilotaje o mecánico?
Existe un gran debate en el que se habla de que el nivel actual del campeonato es el más alto de la historia, y el 27 tiene muy claro lo que piensa. “Ahora salen de las curvas y todos tienen el control de tracción funcionando de la misma manera. La única zona en la que pueden marcar una pequeña diferencia es en la frenada y por eso vemos tantos errores y accidentes en esa fase. Es lamentable porque no se puede ver el verdadero talento. Hay pilotos que consiguen estar delante o en buenas posiciones, no gracias al talento sino a lo seguras y fáciles que son las motos“.
Respecto a lo anterior, habla del rendimiento de Dani Pedrosa como y habla de su etapa de probador. “Pedrosa sigue siendo rápido y todavía logra marcar la diferencia, a pesar de su edad y de haber estado alejado de las competiciones durante mucho tiempo. Me jubilé en 2012 y en 2016 participé en pruebas oficiales e inmediatamente fui rápido, sin ningún esfuerzo. En mis tres años como probador de Ducati sólo me caí una vez, en Austria, y en cada sesión de test fui el más rápido. Las motos de hoy son similares y no dejan espacio para marcar la diferencia”.
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