Casey Stoner charló con Speedweek para hablar de su trayectoria deportiva.
El ex piloto australiano colgaba su mono y su casco en 2012 para dedicar más tiempo a su familia. Desde entonces es lo que ha hecho, teniendo en cuenta también que ha tenido que sufrir de fatiga crónica, lo que le ha dificultado disfrutar desde entonces. Aun así, Casey Stoner ha podido mejorar sus condiciones de vida en cuanto a esta condición médica, como él mismo ha contado.
«Siempre quise tener una familia. Ese era mi objetivo en la vida», admite el hoy ex piloto y padre de familia. «Soy muy feliz de haber conocido a Adriana cuando era joven y de tener la relación que tenemos. Sin duda, eso no fue motivo para mi retirada. Probablemente, lo que más lamento desde mi retirada es no haberlos llevado conmigo y haberles mostrado las culturas y el mundo que hemos recorrido».
«Lo que más lamento desde mi retirada es no haberlos llevado conmigo»
Además, fue padre en su año de retirada. «Mis hijos no han crecido siendo conscientes del duro trabajo, el compromiso y todas esas cosas que se necesitan para llegar a lo más alto en MotoGP. En cambio, me han visto pasar la mayor parte de su vida sentado en el sofá, luchando contra el cansancio crónico y siendo un vago. Me resultaba difícil mostrarles compromiso con algo cuando yo mismo no podía dar ejemplo. Esa fue la época más difícil como padre», añadió Stoner.
«En algún momento, me convertí en un simple recipiente que existía sin ningún propósito, por lo que fue realmente agradable volver a tomar el control de las cosas y recuperar mi salud. Disfruto concentrándome en las cosas y poco a poco he podido clasificar con mayor facilidad lo que quiero hacer», cuenta esa desmotivación que ha tenido Casey Stoner por su cansancio crónico.
«No necesitaba diez vueltas para familiarizarme con una moto»
«Nunca he considerado toda mi carrera como una obsesión por las motos. Era como en la pista de carreras: hacía tandas más cortas que los demás, menos vueltas que los demás y, en mi opinión, sacaba más partido que los demás en mucho menos tiempo», afirmaba el australiano. «No necesitaba diez vueltas para familiarizarme con una moto. Lo conseguía en dos vueltas. Supongo que eso era más eficiente».
Stoner recuerda su era como piloto: «En la clasificación hay que darlo todo. Y cuando me situé en la ‘pole position’ con más de un segundo de ventaja… Quiero decir, dos décimas ya son una ventaja, y cuando tienes más de un segundo de ventaja, sin siquiera haberlo dado todo, mientras que el siguiente mejor piloto con la misma moto está en el puesto 16, entonces piensas: ‘Sí…’. Y no solo porque yo haya pilotado bien, sino porque he hecho mi trabajo en todos los aspectos y los ingenieros y el equipo también han hecho el suyo. Hemos dominado todos», recordó.
«Creo que fue en Assen en 2008: la carrera más fácil que he corrido en mi vida»
«Luego corrimos la carrera: pilotamos al 70% y nos distanciamos en cabeza. Creo que fue en Assen en 2008: la carrera más fácil que he corrido en mi vida. La carrera más lenta. Tan relajada. Estaba literalmente al 60 %. No forcé ni una sola vuelta y gané con una ventaja de 12 a 13 segundos. Solo pensaba: «Vaya, ¿podemos hacer esto todos los fines de semana?», recapitulaba Casey Stoner.
¿El punto culminante de todo el trabajo y el esfuerzo? «Más o menos. Conduces por la pista, miras las pantallas de televisión y ves las carreras de los demás. Tienes el tiempo. Yo lo hacía en las carreras de todos modos, incluso cuando me pisaban los talones, porque podía ver dónde me alcanzaban y dónde me alejaba. Era una sensación tan pura. Conducir tan rápido y conseguir esos tiempos por vuelta sin esfuerzo. Era algo muy, muy raro. Una sensación increíble que solo se vive una vez en la carrera», concluyó.
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