Marc Márquez ha superado el último trámite antes de subirse a su Honda, el catalán ha recibido el apto de los médicos del circuito y mañana volverá a subirse a su moto nueve meses después.
Marc Márquez llegaba a Portimao este miércoles para su primera carrera de MotoGP de la temporada. Tras nueve meses de parón, el campeón del equipo Repsol Honda retomará la carrera por el título mundial. Y para agilizar los tiempos acudió inmediatamente a boxes para hablar con técnicos y mecánicos. A su regreso, se encontrará con una RC213V bastante diferente a la que dejó en Jerez el pasado mes de julio. Pero comienza de nuevo con una ventaja de la regulación “extraordinaria”: el motor V4 permanece congelado en 2020.
El último ‘apto’
Marcelo Vilares, responsable médico local, junto a Ángel Charte, jefe de los servicios médicos del Campeonato del mundo de MotoGP, fueron los encargados de darle el OK. De este modo, el catalán volverá a salir a pista este mismo viernes para los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de Portimao. Nueve meses después de su incidente en Jerez, Márquez tendrá que luchar en los primeros días por volver a adaptarse a su ritmo aunque como él mismo ha dicho “poco a poco”.
“Me encuentro bien, cada semana lógicamente mejorando las sensaciones. Lo importante es que el paso más importante de la recuperación que es volver a la competición lo daremos esta semana en Portimao y tiene que ser una progresión constante, hacia arriba, esperemos. Así que con ganas de subirme a la moto, lógicamente con mariposas en el estómago porque después de nueve meses porque va a costar un poquito pero poco a poco quemando etapas“, decía el ocho veces Campeón del Mundo a los micrófonos de RTVE en su camino al aeropuerto.
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