Compañero y amigo de Fausto Gresini desde hace 20 años, Carlo Merlini le recuerda después de su fallecimiento por COVID-19. Además, asegura que el Gresini racing seguirá adelante, tal y como hubiese querido.
Tras 20 años trabajando mano a mano con Fausto Gresini, su compañero Carlo Merlini se ha despedido de él con sus mejores recuerdos. El ex campeón de 125cc falleció este pasado martes, víctima de la COVID-19 después de dos meses ingresado en un hospital de Bolonia. A sus 60 años, no ha podido vencer al virus y deja al motociclismo un vació enorme, tan grande como su legado. Merlini no ha dudado en resaltar la mejores cualidades del italiano en tantos años de trabajo pero, sobre todo, de amistad.
“Los aspectos humanos con él eran lo primero, la capacidad de involucrar a las personas, de motivarlas, mucho más que muchos aspectos empresariales. Aquí, esto es lo que fascinó a la gente”, comentaba en una charla con GPOne.com. En la misma, Merlini contaba que se conocieron en 2001 “trabajaba en una empresa de Bolonia en marketing, dimos algunas vueltas juntos, la empresa de Fausto se estaba expandiendo, me pidió que me uniera y acepté. A partir de ahí ha sido un largo viaje hacia adelante”.
Un homenaje en los test del equipo en Valencia
Esa empresa es, hoy por hoy, el Gresini Racing, su gran proyecto dentro del Mundial de MotoGP. La empresa cuenta con 70 personas, pilotos, mecánicos, empleados y colaboradores, “una máquina compleja”, como la define Merlini. Y ahora, el fallecimiento de Fausto deja grandes interrogantes sobre el futuro de la marca. “El timón, el guía es siempre uno: ¿qué habría hecho Fausto?”, se pregunta Merlini. Mientras estas dudas se despejan, los pilotos del equipo, tanto de Moto3 como de Moto2, han completado un test en Valencia que, ante las malas noticias llegadas desde Italia, decidieron mantener.
“Todos los equipos de Moto2 y Moto3 que ya estaban en Valencia cuando ocurrieron las cosas decidieron participar y dar un mensaje de alguna manera”, comentaba Merlini. “Hay una máquina que ya está preparada para esta temporada. Por supuesto, nos hicimos algunas preguntas, pero fue en la inmediatez con la que sucedieron las cosas, y luego los chicos ya estaban en España. Nos hicimos una primera pregunta. Sin embargo, el deseo compartido de todos de quedarse en España para el test da todas las respuestas. Todos los chicos tienen el nombre de Fausto en sus motos, les quitaron la suya y les pusieron la misma pegatina que cuando corría Gresini. Los mismos gráficos, la misma posición”.
“Me imagino el primer día en la pista… Todo será diferente”
Pese a que Fausto jamás podrá ser reemplazado, el proyecto sigue adelante, tal y como le hubiera gustado: “Ayer tuve la oportunidad de confrontarme con la familia, con los chicos del equipo, y nunca se me pasó por la cabeza que las cosas debían ser diferentes de llevar el proyecto, la empresa, todo”. Lo que está claro, es que deja un vacío que no se podrá volver a llenar: “Le veíamos como un faro y como un líder, un jefe que sabía intervenir en función de las circunstancias. Un activador de estímulos e ideas, de motivación. Esta ausencia se siente. Pero todo el mundo está reaccionando con un fuerte espíritu de responsabilidad, con un nuevo impulso para dar lo mejor de sí mismo, para dar el doscientos por cien. No es fácil. El mundo de las motos parece todo bonito y colorido, pero es complejo, una empresa en todos los sentidos”.
“Con Fausto desarrollé un trabajo especial y hermoso, siempre trabajamos juntos. Y luego el tiempo te lleva a tener una relación también fuera del ámbito profesional, fuera del trabajo, familias que se conocen, hijos que se conocen, a lo mejor salen, Fausto también fue mi padrino en mi boda. Tenía la manía de firmar contratos y luego sellarlos. Cuando me casé le dije: “Oh, ¿no habrás traído tu propio sello?”. Las bromas, el compartir, todo lo que echaré de menos de Fausto. Siempre hemos viajado juntos, ya sé que todo será muy diferente para mí. Me imagino el primer día en la pista… Todo será diferente”, añade su gran amigo.
“Los hijos de Gresini ya están aquí, presentes”
Merlini recuerda cómo fue su relación en los últimos meses: “Tuvimos videollamadas, cuando parecía que se dirigía a la recuperación también empezamos a hablar de trabajo. Las decisiones estratégicas ya se habían tomado el año pasado, es cierto. Pero eso no quita que todo sea difícil, era complicado. La semana pasada hicimos la presentación, un esfuerzo que fue posible gracias a la dedicación de todos, un trabajo sin horas de cada miembro del equipo. Llegar a ese punto de salida sin Fausto fue un logro en cierto modo, pero es porque todos queríamos verle de vuelta en la oficina, queríamos que estuviera orgulloso de nosotros”.
El proyecto de MotoGP también seguirá adelante: “Tenemos un contrato con Aprilia. Entonces, ellos crearán su propio equipo interno, y nosotros tenemos que decidir con qué fabricante queremos seguir nuestro futuro. Estoy llevando adelante las opciones disponibles. En este punto, la familia estará involucrada. Una vez pasado este momento particular, estaremos en contacto con ellos, los hijos de Fausto ya están aquí, presentes. Hay que planificar el futuro con ellos”.
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