Álex Márquez disfruta ya de sus vacaciones de invierno tras poner fin a la temporada, pero eso no quiere decir que haya aparcado la moto a un lado y, mucho menos, que los entrenamientos se paren. Al de Cervera le gusta estar conectado al deporte y no perder la forma física con el fin de la competición.
Las vacaciones comienzan para los pilotos de MotoGP, pero no supone que se paren los entrenamientos. Álex Márquez sigue enchufado en su vida diaria, conectado al deporte como nunca y pensando ya en lo que el 2022 puede aportarle. Por ello, y aunque Honda parece que va a remontar de sus años más oscuros, el piloto del LCR Honda tiene que estar preparado para lo que se avecina y eso supone mantener el tipo y la forma física adecuada. En un video patrocinado por Castrol y con la periodista Vanessa Guerra como conductora, el pequeño de los hermanos Márquez muestra lo que es su vida diaria en Lleida.
El día comienza temprano con un entrenamiento en Rufea, su circuito de toda la vida y donde van a entrenar motocross. Pero su entrenamiento no se queda ahí, luego hay un paso por el gimnasio y una ruta en bici por la tarde ya con motivo de despejar la mente. «Mi entrenamiento es parte del trabajo, pero también lo disfruto. Intento hacer cosas que sean importantes para mi trabajo, pero también quiero disfrutar en ese momento», comenta el bicampeón.
«Cervera es otro mundo en comparación con el paddock»
Y sobre la bicicleta como vía de escape: «Por ejemplo la bici, es algo que me encanta. ¿El gimnasio? Mucha gente dice que es aburrido, pero para mí no, si no lo hago a diario o cada dos días, necesito esa rutina. O si no salgo con la bici una hora al menos y así se me refresca un poco la mente. Si me tiro el día en casa porque es mi día libre, me siento un poco mal, siempre necesito hacer algo».
Tras poner fin a la jornada de trabajo y con una comida en el bar de confianza de Cervera, visitan el museo y el fan club en su misma ciudad natal a la que, dice, siempre necesita volver después de un fin de semana de carreras: «Necesito volver aquí, es otro mundo en comparación con el paddock, allí tenemos a muchos fans, hay muchísima gente, mucho estrés. Hay muchas cosas que hacer, estás desde las 08:00 de la mañana hasta las 20:00 de la tarde que vas a cenar totalmente centrado en lo que tienes que hacer. Tienes reuniones o simplemente estás intentando mejorar, así que cuando llego aquí tengo todas estas montañas para salir a pasear con los perros y desconectar del mundo de las motos».
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