Después de una intensa jornada de entrenamientos con los pilotos de su academia, Valentino Rossi disfruta de las calle de Tavullia como un auténtico niño. Así recordaba el campeón del mundo su adolencencia.
Tras desconectar en unas merecidas vacaciones con amigos y su novia, Valentino Rossi ha vuelto a Tavullia para ponerse manos a la obra a dos semanas de retomar la temporada del Mundial de MotoGP. El campeonato volverá a la acción el próximo 8 de agosto, con una doble cita en Austria tras la suspensión del Gran Premio de Australia por la pandemia del coronavirus, que obliga a mantener las estrictas medidas de seguridad en el país oceánico. Ante este nuevo doblete de la temporada, el nueve veces campeón del mundo y los diferentes pilotos de la VR46 Academy ya entrenan al más alto nivel para llegar de la mejor manera posible a esta segunda mitad de la temporada que, quizás, sea la última para el italiano.
Y es que el piloto del Petronas tiene pendiente una decisión que anunciar. Se prevé que lo haga a la vuelta de sus vacaciones de verano, en un anuncio oficial con el Mundial de MotoGP, pero, mientras tanto, solo queda esperar y seguir entrenando. De hecho, Rossi y sus pilotos italianos de la Academy disfrutaron de una jornada intensiva de entrenamientos el pasado viernes, en una jornada muy calurosa donde se llegaron a superar los 32 grados en en el circuito Galliano Park, en Forli, ubicación elegida para la vuelta a los entrenos. En esta ocasión todos pudieron rodar con minimotos y pitbikes, dejando a un lado el motocross o el dirt track.
Pero, entre tanto entreno, también hay tiempo para un poco de diversión y, por qué no, recordar viejos tiempos pasados. Tal y como pudo documentar su novia a través de las redes sociales, Valentino Rossi ha tenido la oportunidad de volver a su infancia conduciendo una Piaggio Apepor las calles de Tavullia. Un ‘monocarro’ que el italiano ya conducía por las calles de su pueblo natal con 15 años. De hecho, por aquel entonces, Rossi y sus amigos -Uccio entre ellos- solían trucar para darle más potencia. Ahora, 37 años después, el campeón del mundo enseña a su novia, Francesca Novello, cómo se divertían por aquel entonces y el bonito sonido que esta máquina de dos tiempos emitía por las calles de Tavullia.
https://www.youtube.com/watch?v=xj1C7RiwzjY
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