El catalán se encuentra actualmente en uno de sus mejores momentos tras su salida de Yamaha y su fichaje por Aprilia, donde comparte box con Aleix Espargaró.
A diferencia de otros pilotos en la historia de los Grandes Premios que han cambiado de fabricante en sus carreras, Maverick Viñales no solo está trabajando para adaptarse a su nueva máquina y su nuevo entorno. También está en un segundo frente que es interno, porque para el expiloto de Yamaha también se trata de construir una nueva mentalidad en Aprilia. La marca ha tenido en cuenta este aspecto y está monitoreando su progreso en esta área en particular.
Y parece estar dando sus frutos. Una buena tendencia que ha acelerado la sinergia positiva que ha supuesto la victoria de Aleix Espargaró en Argentina. En el box de la firma de Noale reina el buen ánimo y el optimismo. Este es un aspecto psicológico importante para Viñales que identifica así un ambiente ideal para él: “Me siento muy cómodo en el equipo. Hablamos de todo”, dice en una entrevista con Moto.it . Buen rollo el que sintió durante la primera victoria de su compañero. “Nunca tuve esa sensación. En las carreras de motos también hay que ser egoísta. Pero por primera vez, me alegré por el equipo cuando ganó mi compañero. Si hubiera sido al revés, el otro lado de la box también habría sido muy feliz. Esto es muy importante porque cuando todos trabajan juntos, el desarrollo es muy rápido”.
Borrón y cuenta nueva
Maverick Viñales y Aleix Espargaró también son amigos fuera de la pista. Ambos viven con sus familias en Andorra. También se reúnen regularmente en su tiempo libre para dar paseos en bicicleta juntos. “Tenemos una muy buena relación. Todo el equipo está relajado. Me he relajado mucho. Solo trato de entender mi cuerpo y darle suficiente tiempo para recuperarse. Soy mucho más selectivo con todo. Empecé a pensar menos en los problemas y a trabajar mucho más para conectarme con la gente. Me miro mucho, dentro de mí, para estar bien y saludable. Estoy bien”.
Un proceso que es fruto de un seguimiento psicológico tan extenso como su preparación física. “Hay que tener una rutina, un plan y con Fabrizio Maganzi, mi preparador físico, tenemos un plan de trabajo que seguimos siempre. Me da mucha tranquilidad”. Y hay que estar atento, porque todavía rondan las angustias: “no es fácil para mí, porque siempre he estado entre los tres o cuatro primeros como mucho”.
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