
«Mi plan es poner la moto que llevan Pedro y Brad que tenían algunas novedades de mitad de año hacia adelante. Entender cómo funciona, entender las diferencias», explica el español.
Maverick Viñales cerró una temporada marcada por las lesiones con un balance positivo y la mirada puesta en 2026, asegurando que este ha sido el año en que más ha crecido mentalmente a pesar de las dificultades físicas. El piloto del Red Bull Tech3 se mostró optimista tras su regreso en Valencia, donde pudo probar sensaciones que le hacen vislumbrar un futuro prometedor.
«Hoy el domingo ha sido mucho mejor que todo el fin de semana», reconoció Viñales en declaraciones a Motosan. «Sobre todo en el warm-up me encontraba muy cómodo con la moto y ha sido la mejor sesión. Estoy contento y sobre todo muy contento de acabar este año y empezar el siguiente«.
La prudencia por delante
Sobre su retirada en carrera, el piloto explicó que fue una decisión meditada: «Ambas, porque ya no sé si hubiera ido a más el dolor, luego para recuperar es mucho más difícil». Viñales reveló que todavía se encuentra en proceso de recuperación: «La cosa es que la recuperación son seis meses. Estoy en el cuarto mes. Los médicos dicen que al cuarto mes tendrías que empezar a coger pesas, no a ir con una MotoGP».
A pesar de las molestias, Maverick no se arrepiente de haber acelerado su vuelta: «Sí, sí, ha sido un acierto venir porque la sensación que tengo con la MotoGP no tiene nada que ver con las otras motos que pueda tener. Del viernes a hoy me noto mucho más suelto en la moto».
El plan para el test y la visión de futuro
Respecto al test de pretemporada del martes, Viñales confirmó que seguirá con su plan original: «Mi plan es poner la moto que llevan Pedro y Brad que tenían algunas novedades de mitad de año hacia adelante. Entender cómo funciona, entender las diferencias. Creo que hay algo de aerodinámica interesante«.
Sobre los comentarios de Pedro Acosta respecto a considerar la temporada «perdida» a pesar de sus podios, Viñales mostró comprensión: «Depende del objetivo que tengas. Ser campeón del mundo, ese es su objetivo. Como KTM tenemos que trabajar muy bien, entender muy bien cuál es la dirección y hacer una buena pretemporada».
El aprendizaje de un año difícil
El balance final de Viñales es sorprendentemente positivo: «Ha sido un año donde he plantado muchísimas semillas, un año donde he crecido mucho. Mentalmente he crecido mucho. O sea, creo que todos los años que he estado en MotoGP ha sido el año que he sido más fuerte mentalmente».
Esa fortaleza le da argumentos para afrontar 2026 con ilusión: «Tengo muchas ganas del año que viene, muchas de mejorar, de seguir creciendo. Para ganar hay que trabajar bien y creo que a principio de año se demostró muy bien cómo se tenía que trabajar».
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