El piloto español hace un breve repaso en el podcast de Moto.It sobre su inicio en el Mundial de MotoGP y su llegada a Aprilia en 2021.
Maverick Viñales ha vivido en una montaña rusa durante las últimas temporadas. El piloto español fue uno de los claros protagonistas en 2021, cuando a mitad de temporada cambió de aires dejando Yamaha por Aprilia. Esa situación dejó a Viñales en una tesitura bastante compleja en muchos sentidos: tanto personal como deportiva. No obstante, poco a poco se fue adaptando a la fábrica de Noale, siendo este 2023 un firme candidato para estar arriba en cada Gran Premio. El inicio de temporada no ha sido como él se hubiera imaginado, pero sí se denota una progresión a medida que pasan las carreras.
En un podcast difundido por Moto.It, es el propio Viñales quien hace una hoja de ruta desde que llegó al Mundial cuando era un chavalín hasta el momento en el que firmó en 2021 por Aprilia. «Llegar al Mundial no fue nada fácil porque vengo de una familia humilde y la parte económica era un problema. Debía ganarme en pista el estar aquí, debía ganarlo todo y, por fortuna, pude hacerlo«, cuenta el piloto español.
Poco a poco Viñales fue progresando en el Mundial, siendo Campeón en Moto3 en 2013. Dos años más tarde ya estaba en MotoGP, pilotando una Suzuki que le dio varias alegrías. «2015 fue un año de adaptación con la Suzuki. Fue difícil porque no teníamos el nivel en el equipo, pero en 2016 dimos un salto muy grande: ganamos e hicimos podios«, recuerda el ahora piloto de Aprilia.
El cambio a Aprilia: «Fue tan difícil como empezar a escribir con la izquierda»
Lo que más ha marcado recientemente a Viñales es la temporada 2021. A mitad de ese año ocurrió algo insólito en MotoGP: Maverick y Yamaha rompieron su relación y, semanas después, reapareció con Aprilia. «Recuerdo que hablé con mi mujer -aún estando en Yamaha- y le dije: ‘Yo así no corro más, no me divierto’. No poder luchar por lo que yo creía que podía luchar, ya con la vida resuelta, con una hija… quería correr para divertirme y por eso me fui a Aprilia«, confiesa.
Pero llegar a una fábrica nueva a mitad de temporada no es una tarea fácil. «El cambio de Yamaha a Aprilia, para mi, fue tan difícil como empezar a escribir con la mano izquierda«, reconoce Viñales; que explica también cómo le pasó factura todo el revuelo con Yamaha una vez ya era piloto de Aprilia: «Los primeros días eran un poco tensos porque tenían una imagen de mí que no era así, se pensaban que era un orco salido de Mordor«.
Por último, Viñales habla de los beneficios que encuentra estando en la marca de Noale: «Lo bueno de Aprilia es que hablas directamente, no hay ningún intermediario que pueda cambiar lo que digo. En otras marcas en las que he estado era mas difícil porque siempre había gente en medio«. «MotoGP exige mucho sacrificio porque todos queremos ganar, pero solo gana uno«, zanja el catalán.
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