Maverick Viñales se enfrenta a su primera carrera después de ser padre. El catalán se encuentra optimista y espera redimirse de su carrera en Le Mans.
Maverick Viñales espera volver a las hermosas colinas fluidas de la Toscana. Le encanta la naturaleza técnicamente desafiante de la pista de Mugello. El español tuvo allí una racha de podios de tres consecutivos entre 2011 y 2013, consistente en una victoria en Moto3 y dos terceros puestos, uno en 125cc y otro en Moto3. También aseguró un segundo lugar allí en la clase reina en 2017. Este fin de semana, su objetivo es desafiar nuevamente por un lugar en la tribuna y ascender desde su actual quinta posición en la clasificación general, a 24 puntos de la cima.
Una carrera especial
Un Gran Premio muy especial para Maverick Viñales quien esta semana ha sido padre de una niña junto a su mujer Raquel. El catalán llega con una motivación extra aunque reconoce que será difícil estar lejos de su familia en estos momentos. “Este fin de semana es distinto a todos los de mi vida. Me siento súper motivado. Me encanta el circuito. Estamos en ese nivel en el que podemos hacer grandes cosas. Será difícil gestionar esos sentimientos. No será fácil mí tenerlos lejos [a su familia]«.
El de Yamaha espera encontrarse una carrera completamente diferente a la del Gran Premio de Le Mans donde sufrió las consecuencias de la lluvia que no le permitieron demostrar las buenas sensaciones que mostró durante todo el fin de semana. «La carrera de Le Mans me dejó un sentimiento positivo porque estábamos en condiciones de ganar si todo hubiera ido normal”.
Además, reconoce no haber sabido gestionar la situación y afirma sentirse preparado por si este fin de semana ocurriese lo mismo. “En Le Mans me cabreé mucho cuando se puso a llover. Me olvidé de la carrera. Pero si llueve aquí estaré preparado, seguro que no cometeré ningún error”, cerró el #12.
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