Wayne Rainey dio la imagen del día la semana pasada en Laguna Seca, circuito al que no había vuelto a rodar desde el fatídico accidente.
Hace unos días, durante la ronda de MotoAmerica, campeonato presidido por Wayne Rainey desde su fundación, el expiloto californiano protagonizó un momento muy especial en el circuito de Laguna Seca. Por primera vez desde el accidente que sufrió en 1993, volvió a rodar en moto en ese trazado.
A diferencia de su aparición en Goodwood hace tres años, esta vez no usó su clásica YZR500, sino una Yamaha XSR900 GP especialmente adaptada para él. Aunque estéticamente recuerda a su icónica 500, la moto ha sido modificada cuidadosamente por Yamaha Motor Europa junto al equipo estadounidense para que Rainey pudiese pilotarla sin limitaciones.
La modificación más relevante de la moto es la incorporación del sistema de transmisión automatizada Y-AMT. Este sistema permite cambiar de marcha sin usar un embrague tradicional. Es una tecnología presente en otros modelos de Yamaha, pero no en la XSR900GP, lo que requirió un trabajo técnico especial.
Volver a Laguna Seca para cerrar el círculo
Además de los cambios estéticos y la incorporación del sistema Y-AMT, Yamaha añadió refuerzos estructurales y un sistema de sujeción para adaptarse a las limitaciones físicas de Wayne Rainey, permitiéndole pilotar con seguridad. Esta moto no fue creada para exhibición, sino para que el tricampeón del mundo pudiera volver a vivir la experiencia real de montar en moto, en línea con la actitud valiente y decidida con la que ha enfrentado su vida tras el accidente que marcó su carrera.
Aunque no es la primera vez que Wayne Rainey se sube a una moto desde su accidente —ya lo hizo en Goodwood en 2022—. En esta ocasión tiene un valor especial: regresar a Laguna Seca, el circuito que no pudo correr en 1993, y liderar una vuelta de honor representa poder cerrar el círculo. Además, esto refleja un avance en la inclusión dentro del motociclismo gracias a tecnologías como el Y-AMT.