Es habitual que surjan dudas sobre cuándo pueden ir los niños en moto como pasajeros y en qué condiciones está prohibido. La ley es clara al respecto y basta con conocer los detalles de cada supuesto
Para poder subir a un menor en una moto hacen falta varios requisitos legales. En coche es necesaria una sillita especial conocida como Sistema de Retención Infantil si el niño no mide más de 1,35 m. En moto, el mínimo se mide no en altura, sino en edad, y la mínima es en general de 12 años. Sin embargo, existe una excepción, que permite que un menor sea pasajero en una moto a partir de los 7 años, siempre que el conductor de la misma sea su padre, madre, tutor o persona autorizada por ellos.
Es muy importante que además, el niño llegue con los pies a las estriberas de la moto. Esto depende mucho más de la moto que de la longitud de sus piernas. No es una cuestión de tamaño, pero si queremos llevarles detrás, las características de la moto sí importan. No es un tema menor. El crío debe llegar con los pies porque lo dice la ley y porque es totalmente necesario. Un baúl en la parte trasera puede aportar un apoyo en su espalda, pero ir con los pies en el aire lo convierte en un cuerpo inestable, incapaz de repartir el peso sobre las extremidades en las curvas y deceleraciones.
El casco no puede faltar
Por supuesto, además de los 7 años cumplidos, el niño deberá llevar con un casco homologado. Debe ser integral, de su talla y bien abrochado. Los cascos jet son más baratos, más cómodos de poner y de llevar o guardar en la moto, pero no protegen la cara. Conozco a adultos que han perdido piezas dentales y parte de la mandíbula en un accidente. De entre los cascos disponibles en el mercado, recomiendo uno que tenga ajuste micrométrico, el que tiene una correa dentada. No es tan seguro como el de doble anilla, pero es mucho más cómodo para un recorrido corto, y más si aparte de tu casco, debes abrochar un segundo. Porque al menos al principio, es mejor que te asegures tú de que su casco está bien fijado, que moleste un poco pero sin hacer daño, de manera que puedas pasar únicamente un dedo entre su cuello y el barbuquejo. Ya irá pasando el tiempo y podrás limitarte a supervisarlo, cuando tu pequeño vaya adquiriendo práctica para ponerse el casco solo.
Protección con guantes y ropa adecuada
Otro aspecto que deberás vigilar es el de la ropa. Las manos son lo primero que contacta con el suelo en una caída y son muy delicadas, además de la obligatoriedad de los guantes según la normativa vigente. Siempre es una buena idea que empiecen a ser conscientes de que ir en una moto significa ir bien protegido. Ponerse todo el equipamiento requiere su tiempo, es un ritual molesto pero necesario aunque vayamos ahí al lado.
Por último, en caso de que tener que llevar mochila, lo mejor es llevarla en el baúl, o en el caso de un scooter, en el suelo, entre las piernas del conductor. Por supuesto, si no queda otro remedio tendrá que ir en la espalda, pero con mucho cuidado. Pueden llegar a cargar con varios kilos de material y es el peor sitio para ubicar más peso, pues traslada su centro de gravedad hacia atrás justo cuando queremos lo contrario, formar un solo cuerpo junto con el nuestro sobre la moto.
Paciencia y prudencia
Ser un buen paquete no es sencillo, y menos lo es para un niño. Enséñale a agarrarse a tu cintura, a acompañarte en tus movimientos sobre la moto en las curvas, al acelerar y frenar. No te olvides de recordarle cómo debe subir y bajar de la moto, con movimientos verticales, sin empujarla hacia los lados. ¡Y lo más importante! Que siempre cuente con tu permiso. No es suficiente con estar parados, necesitas prepararte y comprobar que es seguro, que no hay nada ni nadie que os ponga en peligro. Repítele una y otra vez que espere a tu orden, que sólo podrá bajarse cuando tú se lo indiques.
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