
En un intento por calmar las aguas y mantener viva la fe de sus inversores, Damon Motorcycles ha anunciado que el desarrollo de su prototipo de competición, la HSR, está al 70% de producción.
Lo que prometía ser la revolución de las motocicletas eléctricas de alto rendimiento parece haberse estancado en un limbo eterno de producción. Damon Motorcycles, la startup canadiense que cautivó al mundo del motor con su modelo HyperSport, enfrenta una gran presión por parte de inversores y clientes debido a los continuos retrasos en las entregas y complicaciones en su fusión para salir a bolsa.
Su último anuncio, lanzado hace unos días, tampoco calma las aguas. En un alarde de progreso, la firma ha anunciado que la HSR, su hypersport de competición, está avanzada al 70%, una cifra bastante floja teniendo en cuenta todo lo que está aún pendiente. Este anuncio llega en un momento crítico para la compañía, que busca demostrar que su tecnología es viable mientras lucha por sobrevivir en los mercados financieros
De la promesa tecnológica a la pesadilla logística
Damon Motorcycles irrumpió hace varios años prometiendo lo que parecía imposible: una moto eléctrica con 200 caballos, 200 millas de autonomía y tecnología de seguridad CoPilot, el sistema de radar de 360°, todo ello por un precio competitivo. Sin embargo, la brecha entre el prototipo y la producción en masa ha resultado ser más profunda de lo esperado.
Originalmente programadas para llegar a los garajes de los clientes en 2021, las fechas de entrega se han pospuesto año tras año. A día de hoy, los miles de clientes con reservas no han recibido una fecha concreta de entrega, generando una ola de escepticismo entre los clientes.

Los problemas clave de la empresa
La situación de Damon Motorcycles se ha convertido en una tormenta perfecta de desafíos empresariales y productivos. Damon anunció su intención de salir a bolsa en el NASDAQ mediante una fusión con una Empresa de Adquisición con Propósito Especial llamada Grafiti Holding. Aunque esto prometía una inyección de capital vital, el proceso ha sufrido múltiples retrasos y revisiones, dejando a la empresa en una posición de escasa liquidez.
Otro de sus problemas viene por el silencio comunicativo de la marca. Muchos usuarios que depositaron fianzas para reservar la HyperSport o la HyperFighter han denunciado una falta de transparencia. Los correos de actualización se han vuelto esporádicos, y es que el último reto que ha tenido que enfrentar la firma canadiense no favorece una fecha clara para sus usuarios.
Aunque Damon anunció una planta de fabricación en Surrey, Columbia Británica, y planes para colaborar con socios de manufactura en California, la producción a gran escala no ha arrancado. La transición del ensamblaje manual de prototipos a la línea de montaje industrial es el valle de la muerte para muchas startups de hardware, y Damon parece estar atrapada allí.
El «Hito del 70%», un dato con muchos peros
Según el comunicado oficial, la compañía ha superado la fase de diseño digital y modelado en arcilla, entrando de lleno en la fabricación de hardware físico. Damon asegura que el chasis, las suspensiones y la electrónica central están prácticamente finalizados. Sin embargo, hay un matiz importante y es que este progreso se refiere específicamente a la HyperSport Race, la variante de circuito, y no a las motos de calle HyperSport y HyperFighter por las que miles de clientes pagaron depósitos hace años.

«Hemos pasado del concepto a la realidad física», declaró la empresa, intentando disipar los rumores sobre su continuidad. Sin embargo, se estima que Damon Motorcycles acumula una cartera de reservas valorada en más de 85 millones de dólares, un capital potencial que no pueden materializar hasta que las motos empiecen a rodar fuera de la fábrica, y eso es complicado si solo se centran en la versión de circuito.
Una carrera contrarreloj
A pesar del panorama sombrío, la empresa insiste en que el proyecto sigue vivo. Han mostrado unidades de pre-producción en eventos como el CES y continúan afirmando que su tecnología de baterías y seguridad es superior a la de competidores establecidos como Zero Motorcycles o Energica. La empresa también ha pivotando hacia la IA, creando sistemas de seguridad en tiempo real y aprendizaje que podrían equiparse en sus futuros modelos.
A pesar de ello, el tiempo se agota y el mercado de motos eléctricas avanza hacia otros prototipos que sí están viendo la luz. La HyperSport sigue siendo una de las motos más deseadas sobre el papel, pero la pregunta que resuena en la industria es si Damon logrará sobrevivir lo suficiente para convertir esos prototipos en realidad.
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