En 1975, Suzuki empezó a comercializar la Suzuki RE-5, una moto con motor Wankel o rotatorio. Un modelo muy especial pero que acabó siendo un fracaso.
Pocos han sido los modelos de motocicletas que se han lanzado con un motor Wankel o rotativo. Una de las marcas que se aventuró a utilizar esta tecnología en uno de sus modelos fue Suzuki en el año 1975, uniéndose así a marcas como Norton o DKW. La marca nipona se quiso crear una moto única que se esperaba que fuera una superventas, debido a las ventajas de los motores Wankel, pero que no tuvo el éxito esperado.
Fue presentada en el Salón de Tokio de 1973 como una moto que buscaba revolucionar el mercado y convertirse en un referente tecnológico, con un motor que alcanzaría una cilindrada cerca a los 1.000cc, debida a la capacidad de las tres cámaras de combustión que conformaban el rotor. Quiso adelantarse a la Hércules W2000 que se lanzó en 1974, como la primera marca en utilizar esta tecnología, pero decidieron atrasar su lanzamiento hasta 1975. El diseño fue obra de Giugiaro, utilizando la base de la Suzuki GT750, pero con ciertos elementos que le daban un aire futurista, como el cuadro de mandos y el faro trasero cilíndricos.
La primera rotativa Japonesa
El motor Wankel o rotativo se caracteriza por ser un motor con un solo pistón que accionaba el cigüeñal por medio de un engranaje. El motor rotatorio desarrolla las mismas cuatro etapas del motor de combustión interna a través del rotor: Admisión, compresión, explosión y escape. Debido a su diseño, es un motor más silencioso y con menos vibraciones, más fiable y con menos piezas mecánicas. Los inconvenientes venían por su peso, el consumo elevado y que gastaba aceite como los motores de dos tiempos. Además, el coste de mantenimiento era elevado y requería una sincronización de los elementos perfecta para el buen funcionamiento.
Hubo dos modelos de la Suzuki RE-5, el modelo M de 1975, disponible en naranja y en azul, y el modelo A de 1976 disponible sólo en negro. Debido a sus bajas ventas algunos concesionarios modificaron el modelo M con un Kit de fábrica para rejuvenecer las motos no vendidas en los años anteriores. Los japoneses querían hacerlo bien, especialmente con la incorporación del motor rotatorio. Es por ello que se tiraron dos años probando diferentes técnicas catalíticas para el baño y recubrimiento de las piezas, de cara a reducir al máximo el desgaste.
Cumplieron su objetivo, y estaban tan seguros de que funcionaría que ofrecían una garantía que cubría el cambio del motor completo si se producía cualquier fallo en el primer año o 19.000 km. El motor era más complejo que el de Norton o DKW, pues estaba refrigerado por agua y aceite, disponía de tres tanques separados de aceite y el carburador era igual que el de un coche. Esta complejidad le daba mayor fiabilidad, pero aumentaban su peso considerablemente.
Un motor que subía de revoluciones muy rápido
Como decíamos al principio del artículo, Suzuki decía que este motor podría dar una cilindrada cercana a los 1.000 cc, pero finalmente las cifras bajaron. Se quedaron en 497 cc, rindiendo una potencia de 61,9 Cv a 6.500 rpm y 75,4 Nm de par a 3.500 rpm. Tenía encendido por ignición y la caja de cambios era de cinco marchas. Alcanzaba los 184Km/h con una aceleración decente y un consumo de 7,6l/100 km.
A pesar de la buena intención de la marca, el modelo no cuajó en el mercado y fue un fracaso. La imagen futurista del modelo no generó mucha confianza entre los clientes, y eso unido al exceso de combustible y aceite así como la búsqueda de motores cada vez más eficientes debido a la crisis del petróleo, hizo que el modelo no se vendiera como se pretendía.
La Suzuki RE-5 es la única moto producida en serie con un motor rotativo antes de terminar su producción en 1977, después de introducir algunos cambios estéticos en 1976, que tampoco funcionaron. La parte positiva es que este modelo no han tenido muchos problemas de calidad. Seguro que los apasionados de las motos clásicas y exclusivas son capaces de encontrar aún alguna unidad en buenas condiciones.
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