Las Suzuki V-Strom 650 se mantiene en todo lo alto como un modelo de referencia entre las trail de media cilindrada y sigue manteniendo toda su vigencia dentro del segmento.
El buen equilibrio alcanzado ha convertido a la V-Strom en una moto de referencia para quien busque la máxima polivalencia. Una trail para todos los días, con la que moverse en medio del tráfico, y la perfecta compañera de aventuras para buscar nuevas fronteras por carreteras de todo tipo e incluso pistas de tierra.
Es el resultado de una constante evolución desde que, en 2004, Suzuki introdujo en el mercado la V-Strom 650. Una versión más pequeña que la V-Strom 1000 que había lanzado dos años antes. Estaba empujada por el brillante bicilíndrico en V de 645 cc, procedente de la SV650 y se anclaba a un chasis de doble viga de aluminio muy parecido al de su hermana mayor.
Con 67 CV declarados, se definía como una moto rutera y deportiva al mismo tiempo, a la vez que práctica y versátil. Era una moto sencilla de planteamientos, pero muy agradable de utilizar y sorprendentemente efectiva. Además, la V-Strom 650 cuidaba bien al pasajero y permitía la instalación de maletas, lo que ayudó a muchos usuarios a iniciarse en el mundo de los largos viajes. Desde entonces no ha dejado de evolucionar.
Y la historia continúa, ya con la versión 2023 lista, que se sigue ofreciendo en dos versiones, la variante estándar y la XT. Esta última, la de carácter más aventurero, dotada de algunos elementos diferenciadores. Así cuenta con llantas de radios con las que incrementan su solidez para rodar fuera del asfalto. Dispone de defensas y protecciones y de una pantalla diferente. Elementos pensados para un uso más intensivo en pistas, aunque siempre teniendo en cuenta que es una moto diseñada especialmente para disfrutar en carreteras asfaltadas. En ambos casos, las medidas de las ruedas son de 19″ delante y 17″ detrás.
Gracias a su elaborada parte ciclo se muestra muy ágil en carreteras viradas y a la vez transmite un gran aplomo en trazados abiertos. Sobre un chasis de doble viga de aluminio, monta una horquilla telescópica delante y un monoamortiguador trasero regulable en precarga de muelle y extensión.
Confiando en un doble disco de 310 mm, con pinzas Tokiko de cuatro pistones en el eje delantero, confiando detrás de un disco dotado pinza de doble pistón. Con lo que en conjunto ofrece una frenada equilibrada, potente y perfectamente dosificable gracias al cuidado tacto desde la maneta y el pedal.
También está disponible en ambas versiones con la limitación a 35 kW, para aquellos conductores que quieren una moto fácil de manejar, sencilla y versátil hasta cumplir con los dos primeros años del carné A2. Y que permite, una vez cumplido este trámite, deslimitarla de manera inmediata.
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