Si quieres seguir al pie del cañón, las tendencias de mercado mandan. Harley Davidson no es menos y, a pesar de ser uno de los fabricantes con más tradición, lanza su nuevo modelo LiveWire con motor eléctrico. ¿Qué opinarán los más fieles seguidores de la marca?
Hay quien dice que las normas existen para romperlas. Desde no hace muchos años, el departamento de I+D de la marca de motos americana más longeva, con permiso de Indian, está rompiendo décadas de líneas de negocio bien acotadas. Ya cuando salió al mercado la Harley Davidson V-Rod, primera HD con refrigeración líquida y un motor de nueva arquitectura, los más puristas alzaron la voz. La V-Rod sobrevivió en el catálogo de la marca durante diecisiete años, hasta 2017. En 2018 finalizaba su comercialización, dejando patente que el cliente tipo seguía prefiriendo sus motores clásicos de varillas y refrigerados por aire.
Visto lo visto, queda claro que la fidelización es algo que en Harley Davidson no preocupa. Así que siguiendo con el camino que abrió la V-Rod, en busca de un nuevo perfil de cliente, en 2014 se lanzaba la gama Street. Pensados como modelos de acceso al universo Harley y volviendo al pensamiento del usuario clásico de la marca, muchos siguen viendo a las Sportster como la gama acceso. Además, las Street destinadas a la venta en EEUU se fabrican allí mismo. Pero las destinadas a la venta en el resto del mundo se fabrican en India, con componentes indios. Lo cual ha generado no pocos comentarios en las RRSS.
Y en esa búsqueda del nuevo usuario de Harley Davidson, la moto eléctrica y sus ascendentes cifras de ventas, entran en acción. La nueva LiveWire saldrá a la venta el próximo otoño, desde 33.700€. Las reservas ya se pueden hacer a través de la web del fabricante y varios modelos de prensa se han dado a probar.
A primera vista
Haciendo un muy parco resumen de su aspecto, se aleja por completo de todo lo que la marca ha ido representando a lo largo de su vida, salvo muy contadas excepciones. No solo deja de ser una moto de corte custom, estando más cerca a una roadster o naked, sino que sus prestaciones y dinámica la posicionarían como la moto de mejores aptitudes de todo el catálogo de Harley Davidson. Por ejemplo, su equipo de frenos Brembo radiales en el tren delantero, manteniendo su tradicional bomba marca de la casa, eso sí. O su simple chasis de aluminio, atornillando sus diferentes partes al cuerpo de baterías. También su natural postura de conducción, sin dejar de mencionar que, la ausencia de caja de cambios se aleja del todo del concepto tradicional que tenemos respecto cualquier moto de carretera. Sin duda, la comodidad que aporta el olvidarte de la maneta del embrague y de la palanca de cambios, como en casi cualquier scooter, otorga un punto extra en su uso más urbano.
Por otro lado, la gestión electrónica del motor, además de modos preestablecidos del control de tracción, permite tres tipos de retención, según queramos generar mayor o menor intensidad de carga de las baterías cuando cortemos gas. En carretera se comporta como ninguna otra Harley lo haya hecho con anterioridad, salvo que su autonomía desciende hasta los 150 km en un uso interurbano con paradas (235 km en ciudad).
A ponerse las pilas
Sin llegar a ser un problema serio, no deja de ser algo justo a la hora de plantearnos desplazamientos más largos. En una simple ruta dominical, deberemos cuadrar el lugar del almuerzo para aprovechar y recargar la batería, en uno de los más de 150 puntos de recarga que existen en España.
La recarga total dura una hora, en un cargador rápido de 24 kWh y puede llegar al 80% en tan solo cuarenta minutos. También es de agradecer que la podamos enchufar a cualquier enchufe convencional, con lo que podremos conectarla a cualquier punto eléctrico de casa, por ejemplo. Pero teniendo en cuenta la capacidad media de energía de nuestras casas, la carga completa se demorará hasta las quince horas. Harley recomienda tan solo una carga rápida, por cada cuatro lentas.
¿Prestaciones o sensaciones?
En lo que a respuesta de motor se refiere, es la Harley más potente en venta. Nada más y nada menos que 78kW (104 cv). No así las cifras de par, situándolo en 116 Nm, lo cual no deja de sorprender también. De nuevo nos olvidamos de los estándares habituales de la marca, donde las cifras de par primaban sobre las de potencia. La entrega de esta, como en todos los propulsores eléctricos, es completamente lineal.
El tener toda la potencia del motor de golpe, al antojo de un giro de muñeca, es una ventaja que ningún motor de combustión interna podrá igualar jamás. Da igual el régimen, la velocidad o la circunstancia. Al igual que pulsas el interruptor de la luz y esta se enciende, el girar con contundencia el mando del acelerador se traduce en una inmediatez de respuesta impresionante.
Podríamos decir que las sensaciones de vibraciones y ronco sonido del resto de la gama Harley, podrían quedar conmutadas por la fulgurante capacidad de aceleración y reacción de la LiveWire. Mover los 249 kilos no presentan mayor dificultad. El peso, que podría anotarse como algo negativo en otras marcas de motos, es algo con lo que en HD llevan lidiando toda su vida. Además, la velocidad punta es algo digno de mención, limitada a 180 Km/h. Más que suficiente para los tiempos que corren.
La opinión subjetiva
Como me gustan todas las motos, ya que cada una aporta algo con lo que sé que disfrutaré, no puedo negar que esta LiveWire no me atraiga. Pero también sé que generacionalmente, los más veteranos echaremos siempre de menos las sensaciones del motor de combustión interna. Y en el caso de Harley Davidson, su peculiar sonido, vibración y actitud. Seguramente, en cuanto el resto de grandes fabricantes tengan en su catálogo más de un modelo eléctrico, nos iremos acostumbrando a ver más motos de este tipo, más allá de las ciudades. La tecnología de baterías y cargadores rápidos terminarán por mitigar los hándicaps que encontramos actualmente respecto la autonomía y tiempos de carga.
Pero habrá muchas cosas que se quedarán en el camino. Cosas intangibles, sensaciones más allá de las prestaciones puras. El saber, desde mi oficina, que lo que acaba de pasar por mi calle es una Harley Davidson, solo con escuchar su ronco bramido pasando lentamente, será tan solo un recuerdo. Y como dar puntadas sin hilo no es algo que los grandes del marketing puedan permitirse, uno de los slogans de esta LiveWire es: “El sonido más fuerte que escucharás será el de los latidos acelerados de tu corazón”. Renovarse o morir.
Más motos en Motosan.es… ? Suscríbete en la campana, ¡Es gratis!