Una iniciativa europea que refuerza la formación avanzada y eleva los estándares de seguridad para motoristas de todos los niveles
La seguridad vuelve a situarse en el centro del debate europeo gracias a la iniciativa conjunta de la Asociación Europea de Fabricantes de Motocicletas (ACEM) y la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), que han culminado la campaña “Learn – Ride – Enjoy – Repeat”, un proyecto continental destinado a reforzar la formación voluntaria de motoristas de cualquier nivel. El balance final, presentado en EICMA 2025, confirma que la capacitación post-carnet ya no es una recomendación: se ha convertido en una herramienta imprescindible para disfrutar de la moto con mayor confianza y precisión técnica.
Con este programa, activo entre abril y noviembre, las dos entidades han logrado involucrar a 44 organizaciones de 23 países, alcanzando a miles de usuarios mediante acciones digitales, demostraciones prácticas y materiales pedagógicos desarrollados junto a centros homologados con el Sello de Calidad Europeo de Formación Motociclista (EMTQL). La iniciativa refleja una voluntad inequívoca: elevar el nivel formativo en toda Europa mediante criterios homogéneos, sólidos y basados en la evidencia científica.
Un enfoque renovado para la seguridad del motorista
Durante EICMA, los visitantes pudieron participar en ejercicios específicos dirigidos por instructores certificados de la Federazione Motociclistica Italiana (FMI), que mostraron cómo una técnica depurada transforma la conducción cotidiana. Maniobras como el eslalon, la gestión fina del acelerador, la anticipación en curva o las frenadas controladas ayudaron a visualizar, de forma directa, la eficacia de un enfoque estructurado y profesional.
El bicampeón de WSBK James Toseland, embajador destacado del programa, subrayó la esencia de la iniciativa con un mensaje claro y aplicable a cualquier usuario: “El entrenamiento nunca termina; la mejora constante es lo que convierte a cada motorista en un conductor más seguro y con más confianza”. Sus palabras encajan con la filosofía que ACEM y FIM han querido transmitir: formarse después de obtener el permiso no es una cuestión de elitismo, sino una inversión en seguridad real.
Directrices para instructores: un salto cualitativo
Uno de los resultados más importantes del proyecto ha sido la elaboración de las Directrices para Instructores de Formación Voluntaria, un documento fruto de la colaboración entre expertos del EMTQL y entidades académicas europeas. Estas guías analizan los escenarios más habituales en los accidentes de vehículos de dos ruedas y ofrecen un marco avanzado para que los formadores trabajen con criterios homogéneos, verificables y basados en datos. Más de cuarenta escuelas ya disponen de estas directrices, que pueden solicitarse de manera gratuita, y que apuntan a convertirse en la referencia continental para el perfeccionamiento técnico de motoristas aficionados y profesionales.
La visión de las instituciones
El secretario general de ACEM, Antonio Perlot, destacó la dimensión europea del proyecto y su impacto real en el sector: “La formación voluntaria y de alta calidad ayuda a los motoristas a perfeccionar sus habilidades y a adoptar hábitos de conducción más seguros. Iniciativas como esta demuestran el valor de la cooperación para construir carreteras más seguras”.
Desde la FIM, Damiano Zamana, director general adjunto, reforzó la importancia del EMTQL como garantía de calidad: “Promover una técnica de conducción adecuada no solo preserva el placer de pilotar, también fomenta una movilidad más responsable y sostenible”.
Por su parte, el presidente de la FMI, Giovanni Copioli, subrayó la necesidad de que la formación avanzada sea accesible para todos: “La técnica correcta marca la diferencia entre reaccionar a tiempo o no. Nuestro objetivo es que cualquier motorista pueda acceder a cursos de primer nivel”.
Hacia una cultura de aprendizaje continuo
La campaña “Learn – Ride – Enjoy – Repeat” ha dejado claro que la seguridad no depende únicamente de la tecnología embarcada ni de la evolución del sector del automóvil. El factor humano continúa siendo decisivo, tanto en carretera como fuera de ella. Y en un momento en que la movilidad urbana, la electrificación y la convivencia entre motos, escúteres y otros vehículos se vuelven cada vez más complejas, la formación continuada emerge como el elemento que unifica prudencia, control y disfrute. Europa avanza hacia un modelo donde la moto no solo se disfruta: también se entiende, se respeta y se domina con rigor técnico. Porque aprender, conducir, disfrutar y repetir es mucho más que un lema: es la base de un motociclismo más seguro para todos.
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