La DGT ha iniciado el proceso para la licitación de la compra de 3.595 unidades de estos chalecos airbag por un total de 2,5 millones de euros
Según diversos estudios especializados, el uso de chalecos airbag de protección para motoristas reduce el riesgo de lesiones vitales hasta en un 35 % y de leves en un 25 %. Pese a que la Guardia Civil de Tráfico llevaba reclamando su uso desde hace años, la prenda no formaba parte del equipo de los motoristas del cuerpo.
Finalmente la DGT ha iniciado el proceso para la licitación de la compra de 3.595 unidades de estos chalecos airbag por un total de 2,5 millones de euros, lo que da un coste medio por unidad ligeramente inferior a los 700 euros; en línea con lo que se ofrece en el mercado. En el mercado existen numerosos modelos a la venta, con un precio entre los 500 y los 1.200 euros. La DGT exige que los 3.595 chalecos estén fabricados hace menos de un año y que cuenten con una garantía de utilización de siete años.
Pliego de condiciones elaborado por la DGT
El pliego de condiciones elaborado por la DGT especifica que los chalecos deben ser de tipo uniformado, con el anagrama del cuerpo. Deben disponer de botella de gas exterior para su funcionamiento, sistema de cierre por cremallera y en su diseño debe primar la libertad de movimiento necesarias para las labores de patrulla de los agentes, especialmente en el cuello y las axilas. Su accionamiento debe ser electrónico y automático y deben contar también con bolsa de transporte y con manual de instrucciones. Su diseño mezcla los colores verde y amarillo reflectante. El proceso de compra comienza el 1 de julio y tiene previsto un plazo de ocho meses, lo que significa que los agentes no lo recibirán hasta 2024.
El propio Pere Navarro, director general de la DGT, ha apoyado públicamente la utilización de esta prenda por parte de todos los motoristas, por lo que no se acaba de entender que haya tardado tanto en poner en marcha la licitación de su compra para los agentes de tráfico. Deben además «permitir portar el arma reglamentaria, encararla y hacer fuego con ambas manos en las distintas posiciones de tiro». Deben estar confeccionados respetando las diferencias morfológicas de hombres y mujeres y en las tallas XXS, XS, S, M, L, XL y XXL. Pese a tratarse de la segunda prenda de protección más importante para los motoristas tras el casco, sólo un 4 % de los mismos reconocen su uso habitual. Destaca además que en el caso de las lesiones cervicales, reduce su gravedad hasta en un 14 %.
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