
Moto Morini recupera uno de sus nombres más míticos en esta versión orr-foad de 300 cc.
Hay nombres que, solo con pronunciarlos, te transportan a otra época. A una era de polvo, de rallys sin GPS y de motos sencillas que prometían llevarte al fin del mundo. Kanguro es uno de esos nombres sagrados y ahora, más de cuatro décadas después, Moto Morini ha decidido despertar a la bestia.
Olvídate de las maxi-trail de 160 caballos y electrónica espacial. Desvelada en el reciente EICMA, la nueva Moto Morini Kanguro 300 ha sido diseñada para que los amantes del off-road se olviden de las maxi-trail de alta cilindrada y electrónica. Una pasión por el trail más auténtico y fiel a sus orígenes que llegará a las calles en la segunda mitad de 2026.
Nostalgia con esteroides
Moto Morini cambió de manos en 2018, pasando a formar parte del grupo chino Zhejiang Morini Vehicle Co. Desde entonces, se ha apostado por una renovación del catálogo que la posicionada de nuevo como un referente en el segmento de las dos ruedas. Ahora, la firma italiana se incorpora a Grupo Multimoto para impulsar su expansión en España.
Dicha renovación nos llega a este modelo con espíritu ochentero. De hecho, Moto Morini, a nivel estético recuerda bastante a la versión original. Las líneas de la futura Kanguro son limpias, altas y afiladas, evocando a su herencia pero con la musculatura propia del siglo XXI. La versión estándar contará con un guardabarros delantero alto, al más puro estilo off-road.
Dos versiones disponibles
Este retorno llegará en dos versiones: Una estándar y otra rally. La versión Standard se diferencia por el guardabarros alto, enfocándose en los que ven el asfalto como un mero trámite. Para los que buscan algo más “Dakariano”, está la versión Rally. Aquí pasamos a un guardabarros bajo y una cúpula compacta tipo rally-raid, así como cubremanetas para una mayor protección.

Ambas versiones serán iguales en la parte ciclo, equipando ruedas de 21” delante y 18” detrás y suspensiones de largo recorrido formada por una horquilla invertida delantera y un monoamortiguador con bieleta y 250 mm de recorrido detrás. Además, contará con un bastidor tubular de acero y un basculante de aluminio, buscando rigidez donde hace falta y ligereza donde se nota.
Corazón monocilíndrico
Moto Morini ha optado por la lógica en la parte mecánica. Bajo el chasis se encuentra el propulsor monocilíndrico de 300 cc, capaz de entregar 34 CV y 27 Nm de par. ¿Poco? En absoluto. Es la cifra ideal para el carnet A2 y para mover con soltura un conjunto que promete ser una pluma, al pesar tan solo 145 kg en seco para la estándar.
Y sí, tiene tecnología, pero la justa, manteniendo así el espíritu que la convirtió en un icono en los años 80. Moto Morini entiende por completo lo que es rodar por tierra, por eso ha equipado a la Kanguro con ABS desconectable en la rueda trasera y una pantalla que, esperemos, sea tan funcional como robusta.
La jungla del A2
La Kanguro aterriza en medio de una batalla campal. El segmento de las trail ligeras de 300-400 cc es ahora mismo el más caliente para quienes buscan iniciarse en el off-road sin arruinarse ni romperse la espalda levantando motos de 250 kilos. Su principal rival es la Honda CRF300 Rally. La japonesa es la reina actual por fiabilidad y equilibrio. Pero la Moto Morini Kanguro llega con argumentos de peso: un diseño mucho más pasional y, probablemente, un precio más agresivo si siguen la estrategia de la marca.
Pero no está sola. La Voge 300 Rally ya demostró que se puede ofrecer mucho por poco, y la nueva Rieju Aventura 307 Rally viene pisando fuerte con un enfoque muy similar. Sin embargo, la Kanguro juega con una carta que los demás no tienen: el legado. Esa conexión emocional con los años 80 puede ser el factor decisivo para muchos compradores que buscan algo más.
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