Lambretta, una de las más icónicas marcas de scooters, busca prevalecer en el tiempo y en la vida de los usuarios con sus nuevos modelos.
Lambretta puede presumir de ser todo un referente en la historia del scooter. Ya no solo por su amplia gama de accesorios y opciones de personalización, también por sus líneas atemporales. Todos sus modelos están pensados para otorgar la potencia que el usuario necesita en su día a día y adaptarse al estilo de cada uno, y también de ser una pieza memorable y estar presente en todas las etapas de la vida de su conductor.
Cuando hablamos de Lambretta, hablamos de historia, de recuerdos, de vivencias. Desde su nacimiento, y gracias a sus características y particularidades, las Lammys se han convertido en un elemento clave para contar la historia y definir a cada uno de sus propietarios. Hoy en día, muchos de los aficionados de la marca italiana, siguen conservando su antigua Lambretta.
Este es el caso de Stuart Dawson, uno de los muchos fieles a la marca que todavía poseen y conducen su primer scooter. En 1983 Stuart compró su primera Lambretta Li150 de 1964, y desde entonces y hasta hoy en día, ha sido fiel a la firma italiana. Más adelante, en los ’80 fue cuando Stuart quiso hacerse con un segundo modelo; el mítico GP. Fue este scooter el que, como a muchos, lo acabó enamorando por completo de la firma transalpina.
Stuart se aventuró a correr en los Euro Lambretta Rallies de su época y vivió grandes experiencias a lomos de sus dos motos. Pero en 2005, muy a su pesar, se vió en la obligación de vender su GP. Una “espinita” que no pudo sacarse de la cabeza, hasta que años más tarde pudo recuperar su moto. Un scooter que lo había acompañado durante años y con el que tenía muchísimos kilómetros recorridos juntos, por eso no podía ser otra que ese mismo GP.
Para mantener esta herencia, Lambretta se mantiene fiel a su ADN, ofreciendo nuevos modelos con la idea de que aquellos que los adquieran puedan contar, al igual que muchos otros, las aventuras y experiencias que hayan vivido encima de su Lambretta y la sigan conservando en su casa.
Las ya clásicas
La serie V Special se lanzó en 2007 de la mano del equipo de diseño de KISKA. Una de sus características más destacables, claro está, es su estética. Estos modelos continúan muy vigentes hoy en día y están disponibles en diferentes colores.
Los componentes de la serie V Especial cuentan con faros delanteros y traseros con luces LED con el logo de la marca incrustado. Además, están decorados con el tradicional y característico león de la firma.
Incorporan paneles personalizables en formas y color que cubren los laterales del scooter, haciendo que cada uno de sus detalles sean una prueba irrefutable de que se trata de un scooter puro de la marca italiana.
Estos modelos están disponibles en tres cilindradas que presentan una motorización monocilíndrica de cuatro tiempos refrigerada por aire, ofreciendo una potencia de 3 CV para el de 50cc, de 11 CV el de 125cc y de 12,5 CV la de 200cc.
Una Lammy dispuesta a satisfacer a todo tipo de usuarios, desde los que se inician en el mundo de las dos ruedas y buscan un scooter para recordar toda la vida, hasta los más veteranos que quieran volver a crear nuevas historias, y por qué no, mantenerlas y en unos años regalársela a sus nietos.
Las más nuevas
Los nuevos modelos de Lambretta, el X300 y el G350 se presentaron recientemente durante la semana de la moda de Milán, y no dejaron indiferente a nadie. Ambos scooters presentan un diseño fiel a la estética clásica de las Lambretta con algunas distinciones.
Mientras que la X300 presenta rasgos afilados y deportivos, el G350 mantiene los códigos de la parte más neo-retro de la marca. El chasis del X300 está formado por una estructura tubular de acero combinada con un medio cuerpo para unir el escudo con los paneles laterales de acero pulido clásicos de la casa italiana.
Cuenta con una suspensión delantera clásica de brazo oscilante y amortiguador doble con freno de disco. El G350 en cambio, presenta el mítico chasis monocasco de acero, al igual que los famosos y tradicionales paneles laterales intercambiables. Además de la suspensión delantera y trasera con doble amortiguador.
En cuanto a motor, el X300 equipa un monocilíndrico de 4 tiempos de 275cc que le otorga una potencia máxima de 24,8 CV a 8.250 rpm y un par motor máximo de 24,5 Nm a 6.250 rpm. Por su parte, el G350 se convierte en su scooter de mayor cilindrada en la categoría de clásicos de alta gama.
También presenta un motor monocilíndrico de cuatro tiempos, pero de 330 cilindradas, teniendo así una potencia de 27,1 CV a 7.500 rpm y el par máximo es de 27 Nm a 6.250 rpm. Ambas se convierten en opciones perfectas los más modernos, con gusto por lo clásico.
Dicen que la vida da muchas vueltas, pero también las vueltas son las que dan mucha vida. Lambretta permite exprimir al máximo tu día a día; y ofrece scooters que se convierten en una pieza clave con la que explicar todas tus vivencias y aventuras.
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