Adquirir una moto usada en España puede ser una excelente opción para quienes buscan economía y funcionalidad.
Según datos de la Asociación Nacional de Empresas del Sector de las Dos Ruedas (Anesdor), en 2022 se vendieron 471.092 motocicletas de ocasión, lo que representa aproximadamente el 70% del total de ventas de motos en el país. En cuanto a la distribución por comunidades autónomas, Cataluña lidera las ventas de motocicletas y vehículos ligeros de segunda mano, seguida por Andalucía, Madrid y la Comunidad Valenciana. Este volumen de ventas indica que, por cada moto nueva vendida, se comercializan alrededor de 2,5 motos usadas.
Esta tendencia se ha mantenido en los últimos años, reflejando la preferencia de muchos consumidores por adquirir vehículos de segunda mano. Sin embargo, antes de comprar es fundamental conocer los aspectos legales y prácticos involucrados en la transacción para evitar futuros inconvenientes. Uno de los pasos más cruciales es realizar correctamente el cambio de titularidad del vehículo. Hacer el cambio de nombre, o transferencia de titularidad, es el proceso mediante el cual se actualiza el registro oficial de la moto para reflejar al nuevo propietario. Este trámite es esencial por tres razones: responsabilidad legal, seguridad jurídica y cumplimiento normativo.
En primer lugar, al completar el cambio de nombre, el nuevo propietario asume todas las responsabilidades legales asociadas al vehículo, incluyendo multas, impuestos y posibles accidentes. Sin este cambio, el anterior dueño podría seguir siendo considerado responsable. En segundo lugar, tener la documentación actualizada protege al comprador ante posibles reclamaciones o disputas sobre la propiedad del vehículo. Y, por último, la legislación española establece un plazo máximo de 30 días desde la firma del contrato de compraventa para efectuar el cambio de titularidad. No cumplir con este requisito puede conllevar sanciones administrativas.
Trámites necesarios para el cambio de titularidad
Para llevar a cabo el cambio de nombre de una moto usada, es fundamental cumplir con ciertos pasos clave. En primer lugar, es necesario reunir toda la documentación requerida. Esto incluye el contrato de compraventa, que debe estar firmado tanto por el comprador como por el vendedor, indicando claramente los datos de ambos y del vehículo. Además, deben presentarse los documentos de identidad, ya sea DNI o NIE, junto con el permiso de circulación y la ficha técnica originales de la moto. También se requiere el justificante del impuesto de circulación, que compruebe el pago correspondiente al último año.
El siguiente paso es el pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP). Este impuesto, que generalmente corresponde al 4% del valor del vehículo, debe abonarse en la delegación de Hacienda de la comunidad autónoma donde se realice la transacción. Es importante conservar el justificante de este pago, ya que será necesario para los trámites posteriores.
Finalmente, con toda la documentación completa y el justificante del ITP en mano, se debe presentar la solicitud de cambio de titularidad en la Jefatura Provincial de Tráfico. Este trámite formaliza la transferencia del vehículo, asegurando que el nuevo propietario quede registrado oficialmente. Para agilizar el proceso, es recomendable solicitar una cita previa a través de los canales habilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT).
La complejidad de los trámites y la solución profesional
Dado que estos trámites pueden ser complejos y requieren tiempo, muchas personas optan por contratar los servicios de una gestoría especializada. Estas empresas se encargan de todo el proceso administrativo, asegurando que se realice de manera correcta y en el menor tiempo posible. Además, ofrecen asesoramiento personalizado y evitan desplazamientos innecesarios.
Por ejemplo, GestoríaDGT ofrece servicios para hacer el cambio de nombre de una moto de forma online, sin necesidad de desplazamientos y con gestión al mejor precio. Proporcionan un justificante profesional y tramitan el proceso al instante.
“Adquirir una moto de segunda mano puede ser una decisión acertada, siempre que se cumplan correctamente todos los trámites legales asociados. La transferencia de titularidad es esencial para garantizar la seguridad jurídica y el cumplimiento de las obligaciones legales. Contar con el apoyo de una gestoría especializada puede facilitar este proceso, brindando tranquilidad y asegurando que todo se realice conforme a la normativa vigente”, nos explican los expertos de la GestoríaDGT.
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