Mash lanza la X-Ride 650 buscando introducirse en el sector de las motos trail de más de 400 cc.
Mash lleva desde 2012 en nuestro mercado, buscando hacerse un hueco entre los modelos japoneses y europeos de talla mundial. Poco a poco ha ido conquistando nuevos clientes con sus modelos de estilo scrambler de baja y media cilindrada. En su catálogo podíamos encontrar modelos desde 50cc hasta 400cc. ¡Incluso modelos con sidecar!
Ahora, la marca francesa de motos ha decidido romper con la continuidad de sus motos, pasando de 400cc a 650cc, tanto en la X-Ride 650 como en la Dirt Track 650. La Mash X-Ride 650 es su primer modelo trail, mezcla la estética de los años ‘70 y ’80 con el estilo scrambler que tan de moda está actualmente. Una moto que, a los veteranos, les hará rememorar a la Yamaha XT500.
Adaptada a la Euro 5
La Mash X-Ride 650 monta una mecánica totalmente revisada, en la que se ha reducido ligeramente el cubicaje para poder adaptarla a la normativa Euro 5. Su motor monocilíndrico de 644cc de 4 tiempos es capaz de dar 40 Cv de potencia a 6.000 rpm, y su par máximo es de 45Nm a 4.500 rpm. Todo esto refrigerado por aire y aceite. Un motor que nos da la posibilidad de conducir este modelo con el carnet A2, sin necesidad de limitarla.
La inyección electrónica y el encendido actualizado, además de otros detalles propios de la marca, completan un motor que se asimila mucho al de la Honda Dominator 650, por lo que podemos dar por sentado que es más que fiable. La lubricación es por cárter seco y cuenta con un depósito de 12 litros de capacidad.
Primera en montar Monoshock
La horquilla convencional hidráulica delantera de 43mm, acompaña al chasis de doble viga de acero. En la parte trasera monta un monoamortiguador, siendo el primer modelo de la marca en adoptar el Monoshock. Hasta ahora todos sus modelos montaban doble amortiguador trasero. Completa el apartado del chasis un basculante trasero convencional.
Con respecto a los frenos, Mash ha montado en este modelo un solo disco delantero de 320mm con pinza de cuatro pistones y anclaje radial. Algo que puede parecer insuficiente para parar esta moto de 177kg. En la parte trasera, el disco de freno es de 240mm. La X-Ride 650 cuenta con ABS desconectable en ambos frenos, a través de un botón en el manillar.
Llantas estilo supermotard
Estéticamente, las llantas multirradios de 17 pulgadas en color dorado, más de supermotard que de otro estilo de motos, ayudan a aumentar el estilo particular de la X-Ride 650. La carrocería pintada en blanco va acompañada de detalles rojos y negros, además de llevar en la parte trasera una placa portanúmeros en negro, por si nos da por participar en el próximo Dakar.
La doble salida de escape va pegado al portanúmeros, con la terminación en aluminio mate. A nivel de confort, la X-Ride 650 monta un asiento corrido biplaza de 860mm de altura, con el que no parece que vaya a haber problemas tras rodar con ella durante horas. El tapón del depósito estilo Monza da un guiño más a este modelo clásico de la marca.
Instrumentación sencilla
La instrumentación se resume en una solo esfera en negra, con un cuentarrevoluciones analógico y dos pantallas LCD donde podremos ver la velocidad, la marcha engranada, los kilómetros recorridos, parciales y el nivel de combustible. Toda la iluminación es LED, añadiendo el toque moderno a este modelo.
Según la web de la marca francesa, el precio de la X-Ride 650 es de 5.695 euros, sin incluir la matriculación. Un precio que la coloca entre las más caras de su catálogo, pero que aún así es muy competitivo en el sector en el que se mueve. Aunque su showroom está en Madrid, podemos encontrar distribuidores por todo el territorio nacional.
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