Si bien sabemos que en la historia del motociclismo han habido intentos por parte de algunas pequeñas empresas de hacer motos diésel, hasta el día de hoy han sido casos infructuosos
Pero quizá en esta época la tecnología actual podría cubrir las fallas que han habido en esos años en cuanto a peso y potencia principalmente.
En segundo orden donde la tecnología actual puede mejorar la construcción de motos diésel es en lograr disminuir las dimensiones de los motores, cuyos componentes son más complejos; así como trabajar también en la parte ecológica que tanta importancia se le está dando con respecto a la contaminación.
Para poder entender la idea de una moto diésel, hay que tener claro que no va a competir para ser la moto más potente, la más veloz ni la más liviana; la idea básica de una moto diésel sería la de lograr un mantenimiento más distante entre un servicio y otro, conseguir un motor con el doble o triple de duración, así como de su autonomía, y quizá retomar la idea de poder tener una moto “para toda la vida”, para aquellos que evitan caer en el consumismo que hace querer cambiar de moto cada año.
Una moto con no menos de 48 cv y un buen par motor sería un requerimiento fundamental qué cubrir
La única marca formal de motocicletas que se ha mojado con el intento de sacar un modelo diésel ha sido Royal Enfield con la Bullet Taurus 325.
Por lo demás han sido prototipos que han utilizado alguna parte ciclo como es el caso de la M1030M1 que usó a la Kawasaki KLR 650 para montar un motor de la empresa Hayes Diversified Technologies.
La moto que aparece en la imagen principal es el chasis de una KTM la cual monta motor y caja del famoso coche Smart de Mercedes Benz.
Y así de corta es la historia de las motos diésel, las cuales hasta el día de hoy son una opción difícil pero no imposible de que continúe, en esta oportunidad con éxito.
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