
La firma de Hinckley añade dos nuevas variantes inspiradas en el Flat Track y el Café Racer, ampliando su espíritu deportivo y rebelde.
Si alguien pensaba que Triumph se iba a limitar a observar el éxito de sus Speed 400 y Scrambler 400 X estaba muy equivocado. La marca británica acaba de presentar dos nuevas versiones para la familia de motores TR-Series que apelan a los instintos más primarios del motociclismo clásico. Estos dos modelos, denominados Thruxton 400 y Tracker 400, prometen más carácter en la cilindrada media.
Thruxton 400
La noticia tiene un sabor agridulce para los puristas, que vieron cómo la icónica Thruxton 1200 se despedía en una edición final muy especial. Triumph ha llenado este vacío con la nueva Thruxton 400, una versión de menor cilindrada que llega para conquistar el trono de las café racer de pequeña cilindrada.
La Thruxton 400 luce un semicarenado frontal de estilo bala, un guiño directo a las carreras de los años 60, acompañado de un depósito esculpido para dibujar líneas más limpias y fluidas. La postura de conducción pasa a ser más radical, incorporando semimanillares y unas estriberas ligeramente retrasadas. Gracias a ellos, la moto invita al piloto a integrarse con el depósito, cargando más peso sobre el tren delantero para una conducción más deportiva.

Tracker 400
La Tracker 400 hereda la actitud gamberra y competitiva de las carreras Flat Track Americanas. Inspirada en esta competición, esta variante se despoja de lo superfluo y pasa a lucir líneas más agresivas y un depósito con recortes para las rodillas al más puro estilo tracker. En esta ocasión se opta por un manillar ancho y elevado y estriberas más altas, un conjunto diseñado para ofrecer un control absoluto, ideal para sortear el tráfico urbano o para disfrutar de carreteras reviradas.
La estética minimalista, destaca por el faro frontal con tecnología LED, los dorsales laterales inspirados en la competición y el silenciador doble de perfil alto. La Tracker 400 es respuesta de Triumph a quienes buscan una estética scrambler pero con un enfoque más «hooligan» y menos aventurero que la Scrambler 400 X.
TR-Series: Fiabilidad y prestaciones
Ambos modelos comparten el ya conocido monocilíndrico TR-Series de 398 cc. La potencia máxima se fija en 40 CV mientras que el par motor se mantiene en 37,5 Nm, con un 80% disponible a partir de 3.000 rpm. Este motor ha demostrado ser muy elástico y versátil, capaz de adaptarse a todo tipo de situaciones. El consumo se fija en 3,6 litros, lo que favorece una autonomía cercana a los 350 km con un solo depósito.

La parte ciclo mantiene la horquilla invertida de 43mm y el monoamortiguador trasero, aunque con tarados específicos para ajustarse al estilo de conducción de cada versión y las distintas distribuciones de peso. Para el sistema de frenos se confía en un disco delantero de 300 mm con pinzas de 4 pistones y uno trasero de 230 mm con pinza de un solo pistón, ambos asistidos por el sistema ABS
Una Triumph para cada piloto
Con estos lanzamientos, Triumph cierra el círculo. Ya no solo ofrece una moto de acceso como es la Speed 400 o una Scrambler X más ligera. Ahora, la marca ofrece identidad, tanto para los amantes de las deportivas de los años 60 con la Thruxton 400, como para los que buscan más agresividad y espíritu Hooligan en la Tracker 400.
La Thruxton 400 llegará en Cuatro esquemas de colores con gráficos elegantes y acentos de contraste deportivos en el tanque y el carenado, mientras que la Tracker 400 contará con tres acabados diferentes acompañados de franjas de competición y un original efecto simulando las salpicaduras de barro. Los precios de venta serán de 6.495 euros y 6.245 euros respectivamente, llegando a los concesionarios en marzo de 2026.
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