Yeda, Arabia Saudita, fue escenario de una hazaña que desafía los límites de la destreza y la resistencia humana: Ahmed Othman, stunt biker profesional, estableció un récord mundial al recorrer 300 metros en moto realizando un wheelie con la boca; es decir, levantó la rueda delantera y avanzó solo sobre la trasera mientras sujetaba el manubrio con los dientes
La proeza de Othman consistió en elevar la moto hasta una posición casi vertical y, una vez en equilibrio, sujetar el puño del gas con los dientes. Para mantener la estabilidad durante el trayecto, extendió ambos brazos hacia los costados, apoyó el pie derecho en el estribo y el izquierdo en la clásica barra metálica ubicada en el colín de las motos stunt. Según informó Guinness World Records, este logro no solo sorprendió por la distancia alcanzada, sino también por el riesgo extremo que implicó la maniobra.
Esta postura, sumada a una concentración absoluta, le permitió recorrer los 300 metros requeridos para el récord. Othman utilizó abundante equipo de protección durante la prueba, que duró poco menos de un minuto. Al alcanzar la meta, recuperó el control y finalizó el wheelie al bajar la rueda delantera de forma segura, completando así la hazaña.
Guinness World Records enfatizó el carácter extremadamente peligroso de la maniobra, advirtiendo que solo profesionales altamente capacitados deben intentar este tipo de acrobacias. La organización subrayó que Othman realizó el reto con el objetivo de mostrar su talento al mundo, pero insistió en que no debe ser replicado por el público general bajo ninguna circunstancia.
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