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PRUEBA | KTM DUKE 790, pequeño bisturí

5 Sep. 23 | 16:00
Foto: Toni Guerrero

Después de unos años de ausencia, la 790 regresa a la gama Duke de KTM. Siempre igual de aguda y juguetona, sin embargo, es fácil de conducir, para el gran placer de los conductores del permiso A2.

Foto: Toni Guerrero

El mercado de las roadster medias con carácter está en constante crecimiento, entre ellos, KTM había podido capturar a los entusiastas aficionados a la conducción con su Duke 790; un modelo vivo, manejable, bien equipado y bastante divertido. Pero esto tuvo que ser borrado cuando la marca austriaca quiso lanzar la configuración 890. Consciente de que ahora había un lugar vacante para un modelo de estas características, compatible con el permiso A2, el fabricante austriaco tuvo la buena idea de revisar significativamente su Duke 790 para este 2023. Este Por lo tanto, este año marca el gran regreso de esta roadster con un carácter accesible.

Desde el punto de vista del diseño, pocos cambios. Retoma las características líneas clásicas de la familia Duke, con una gran parte compuesta por mecánicas, siempre en bruto, con formas angulosas. Las largas alas que parten del depósito terminan su carrera a ambos lados de la horquilla, en el mismo ángulo que la pequeña corona de la horquilla. Éste, partido en su centro, aloja luces LED. La parte trasera es muy sencilla con el sillín de dos niveles, así como la parte trasera visible debajo del cual encaja el silenciador en la posición alta.

Foto: Toni Guerrero

El ADN deportivo nunca está lejos en KTM, y esta pequeña Duke no es una excepción. Bien sentado sobre sus mandos, una carretera firme, el fino depósito entre los muslos, sentimos que el apodo de “pequeño bisturí” con el que engalanamos a esta 790 no sólo está ligado a su comportamiento. Todo parece cortado al hilo, ni un solo espacio está dedicado a lo superfluo.

Un giro de la llave y la pantalla TFT a color cobra vida y le permite apreciar las muchas funciones disponibles. Entre ellos, una elección entre varios modos de conducción con la posibilidad además de gestionar de forma independiente la reactividad del acelerador, el ABS (en curva) o el freno motor y el control de tracción. Es posible optar por packs racing específicos para desconectar determinadas ayudas. El manillar de 810 mm (ajustable en cuatro posiciones) esta bien situado, los mandos ajustan a la perfección y rápidamente te sientes como en casa.

Foto: Toni Guerrero

Y cuando el bicilíndrico en paralelo de 799 cc3 resopla, nada cambia. La KTM da una impresión de desconcertante facilidad de conducción. Esto se debe en parte a un peso contenido, junto con una distribución del peso perfectamente controlada, pero también a un radio de giro ideal a pesar de un ángulo de dirección muy cerrado, que sin embargo puede desestabilizarte al principio si no estas acostumbrado a estas reacciones.

Con la bestia en la mano después de algunos kilómetros de calor, a pesar de las temperaturas muy invernales, nos lanzamos a atacar las pequeñas y sinuosas carreteras. Sorprendidos por la maniobrabilidad de esta DUKE 790 cualquiera que sea la velocidad adoptada, es entonces cuando su motor mejor funciona. Al repensar los sistemas de inyección y de admisión, los ingenieros de KTM han sido capaces de ofrecer más par sin afectar el comportamiento. Si es sensiblemente menos potente que antes, su curva parece tan bien repartida que ganamos en eficiencia. Sin duda es menos brutal, más redonda tambien diría, pero también es mucho más fácil de conducir.

Foto: Toni Guerrero

Además, su puesta en escena es ideal y los cambios van fluidos, sin sobresaltos. Este modelo estaba equipado con el Quickshifter, de gran eficacia, una opción imprescindible para los más exigentes. Por lo tanto, la KTM Duke 790 juega en la liga de las roadster medias deportivas, pero no esta sola. Una delicia para empezar, se beneficia de una frenada progresiva muy fácil de regular. El chasis ultrarígido te permite realizar unas curvas largas sin que la suspensión interfiera demasiado.

Foto: Toni Guerrero

Si se muestra muy bien en ciudad y en carreteras sinuosas, la parte ciclo muestra sus límites en superficies degradadas y cuando el ritmo se acelera. Ofrecer un comportamiento deportivo sin dejar de ser fácil y manejable es obviamente complicado. El punto negativo seria para optimizar la suspensión un poco más eficiente respecto al precio de venta. Pero ahora, perfectamente adaptada a las licencias A2, así como para los conductores experimentados que buscan una moto divertida para todos los días, la KTM Duke 790 sobre todo tiene el don de traer una sonrisa a cada giro del acelerador.

Equipamiento: Casco Airoh, Chaqueta Armure, Guantes Armure, Botas Armure.

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