La Benelli conserva lo mejor del comportamiento en carretera, pero además adquiere una actitud mucho más polivalente
La Benelli Leoncino 500 es el modelo más icónico de la marca, precisamente el modelo que exhibe el León en el guardabarros delantero y las tres estrellas de Tonino Benelli sobre su depósito. Una moto que guarda el legado de más de 110 años, sólo que, con una concepción mucho más moderna y cargada de tecnología, una moto digna para aquellos amantes de los estilos clásicos.
Y precisamente sobre esto me quiero centrar, cuando este fabricante nos presenta “el cachorro de león” lo hace bajo la línea scrambler, pero ¿hasta dónde esta afirmación es cierta? No podemos negar que la 500 es una moto con un manillar alto y buena distancia al suelo, así como con una apariencia correspondiente a los diseños neoclásicos scrambler. No obstante, esta no cumple del todo con la esencia pura de atravesar terrenos difíciles, y puede que en principio no sea su intención. Pues el asfalto, la ciudad y la carretera son sus ambientes ideales, tanto que las impresiones, comportamiento y sensaciones con las que me dejó son tremendamente altas.
Buena comodidad y respuesta
Sin rodeos puedo afirmar que la moto cumple su función, pues conserva lo mejor del comportamiento en carretera, pero además adquiere una actitud mucho más polivalente agregando elementos que la hacen mucho más capaz. He de aclarar que el término scrambler, proviene de una derivación del inglés “scramble”, palabra que tiene varias definiciones, refiriéndonos a dos bien específicas. La primera y siendo la más representativa, es la que nos habla de ‘una mezcla de diferentes cosas’ y de eso se trata esta unidad. Ya que dentro de su objetivo está combinar las capacidades On Road, con grandes experiencias Off Road.
El segundo uso de la palabra “scramble” es un sustantivo para calificar a “un terreno o situación difícil”. Ambas definiciones son lo que han buscado los pioneros de las café racer, y posteriormente adaptadas por gran cantidad de fabricantes europeos como Ducati, Triumph, Mash, Moto Guzzi, Derbi y BMW, todos con modelos que llevan el apellido Scrambler.
Dejando en claro la definición básica y el objetivo de una moto de este tipo, pasamos directamente a analizar la Benelli Leoncino 500, la cual nos ofrece una buena comodidad y respuesta gracias a un motor progresivo, así como diversión fuera del asfalto derivados de unas suspensiones más revisadas, llantas más resistentes y neumáticos mixtos.
Es evidente que la concepción parte del uso de estructuras tubulares, las cuales se amplían desde el soporte de las cunas y dirección, hasta la parte más extendida del basculante posterior, todo denotado por ligeras curvas en lugares específicos, apostando siempre por la funcionalidad, pero con una estética muy propia de los modelos concebidos a mediados del siglo XX, traída con exquisitez a nuestros días.
Total confianza en cualquier terreno
Precisamente el Centro de Investigación y Diseño, ubicado en la ciudad natal de la marca, Pésaro – Italia, no ha descuidado los pequeños detalles, como la estampación de Benelli prácticamente en todos los componentes (reposapiés, escape, manillares, laterales, motor..), la mezcla de superficies lisas y texturizadas, como las tapas del depósito y el asiento; y hasta tiene su propio sonido!! que la hace parecer una moto mucho más deportiva, precisamente con una tonalidad de alta frecuencia, la cual siempre termina despertando los deseos de acelerar.
Aunque en algún momento estábamos acostumbrados a que los modelos scrambler llevaran el escape alto, como la actual Triumph, el cumplimiento de la normatividad ambiental más exigente (Euro V) ha obligado a la incorporación de catalizadores más grandes, elemento que la Lenocinio esconde muy bien bajo el soporte del basculante, y el cual le permite mantener unos índices de emisiones bajos.
Apuesta al minimalismo y a la funcionalidad
Si pasamos a la parte delantera, vamos a encontrarnos con el característico faro redondo, el cual resalta por la incorporación de la luz diurna. Los intermitentes también LED, son potentes y el faro trasero, cuyo diseño en línea es una apuesta al minimalismo y a la funcionalidad.
Si nos centramos en las suspensiones, adelante vamos a encontrar una horquilla de 50 mm de diámetro y 135 mm de recorrido, los cuales están diseñados para dar cabida a una llanta de mayor diámetro y al mismo tiempo, resistir la exigencia de un uso fuera del asfalto. Al igual que la delantera, el amortiguador trasero conserva el diámetro del modelo original, pero aumenta la elongación en 10 milímetros, llegando a los 138; no sobra decir que el mono amortiguador cuenta con ajuste en precarga y rebote, este último fácil de ajustar gracias a una perilla externa que sólo basta con girar.
Esta Leoncino nos ofrece una total confianza en cualquier terreno, la respuesta en curvas sigue siendo altamente intuitiva, dejándose llevar hasta sus límites. Tal vez esto se debe a la configuración de las suspensiones, las cuales se muestran duras, aspecto que da gran estabilidad en carreteras bien asfaltadas.
Una gran ventaja en este modelo tiene que ver con el ABS desconectable, pues basta con presionar un botón en el manillar para que se desactive el sensor de la parte trasera, y hablando de frenos, uno de los apartados más importantes es la disposición de doble disco en la rueda frontal, pues cada uno es de 320 mm con pinza de 4 pistones de anclaje radial, lo que garantiza una frenada precisa y segura; en conjunto el ABS es poco intrusivo y se vuelve muy intuitivo y progresivo.
Sobre el motor, debo señalar que este aporta mucho a las buenas sensaciones de su conjunto, ya que casi toda la entrega de potencia es desde la mitad del cuenta revoluciones, y aunque su posición más cómoda se halla un poco más arriba, la buena recuperación nos permite movernos con agilidad desde las 4.000 vueltas. Es el mismo motor utilizado en las versiones TRK 502 y 502 X, es decir, un bicilíndrico en línea de 8 válvulas DOHC, el cual es capaz de entregar hasta 46,9 cv y 49 Nm.
Toda la potencia del motor está administrada por una caja de 6 velocidades, la cual responde muy bien a la presión del pie sobre la palanca de cambios. Con una relación que aprovecha la buena recuperación del motor, recalcando de esta manera la buena sensación de conducción. Definitivamente estamos ante una moto muy polivalente que cumple su cometido y mantiene las buenas sensaciones en carretera, aprovechando la dinámica y buena entrega de su motor.
Equipamiento: Casco HJC, Chaqueta y Guantes Fuel Motorcycles, Botas Armure.
SUSCRIBETE GRATIS a Motosan.es en la campanita y DEJA TU OPINIÓN debajo en los comentarios