Un soplo de aire fresco es la Keeway X-light 125 que hemos estado probando. Una moto muy interesante.
A la tradicional y ya conocida faceta utilitaria de las 125cc se añade una cierta imagen cuidada de corte retro, con numerosos detalles y un toque scrambler que nos permite salir de la monotonía.
Esta Keeway X-light 125 viene impulsada por un motor de 11,1 CV de potencia con un par 9,7 nm muy bien aprovechables y con unas buenas sensaciones. Y, por si fuese poco, con un precio muy ajustado, 2.490 €.
A la vista la Keeway X-light 125 es una moto tirando a compacta pero muy coqueta. Quedaría perfectamente integrada en frente de la cafetería del barrio más elegante de tu ciudad. Estamos ante una moto muy urbanita con un diseño cuidado y que emula a las clásicas británicas de los años 60.
Guiños a esta moda hay unos cuantos. El faro circular, los fuelles de la horquilla o el asiento plano con su tapizado a rallas nos transportan a esa época.
Desde fuera se ve una moto compacta y recogida. Mide 2.035 mm de largo y 850 mm de ancho por “culpa” de su gran manillar, ya que el resto del conjunto es muy estrecho. En cuanto al alto, son 1120 mm desde el suelo hasta la parte superior de los retrovisores.
Nadie se quejará de la altura sobre la Keeway X-Light 125, sus 766 mm son perfectos para los conductores noveles que se inician en el motociclismo, estos podrán apoyar ambos pies sin mayor dificultad.
La pintura y los cromados son de gran calidad. El asiento a su vez está confeccionado en materiales sintéticos pero la calidad percibida también raya a un buen nivel tanto en lo visual como al tacto, bastante por encima de otras 125 más económicas de fabricantes “de toda la vida”.
La Keeway X-Light 125 luce esa fachada “retro” que nos confunde un poco. Parece retratar aquellas primeras motos Scrambler (las abuelas de las trail actuales) y para ello cuenta con llantas de radios, con la delantera un pelín más grande que la trasera (18” delante y 17” detrás calzadas con neumáticos mixtos), estriberas con dentado quitando la inserción de goma, fuelles de goma que protegen del barro y polvo las barras de la horquilla y manillar ancho para controlar mejor la dirección en terrenos irregulares.
Completa esa imagen ‘vintage’ un asiento casi plano, depósito con nada menos que 16 litros de capacidad. Pero también hace guiños a la tecnología actual empleando para el faro una guía luminosa en el perímetro circular y dos focos LED, tecnología también empleada en el piloto trasero e intermitentes, un cuadro de instrumentos por pantalla LCD muy bien dispuesta y con mucha información que se lee muy bien incluso a plena luz del día.
En el apartado de frenos, nos encontramos con frenos de disco en ambos ejes, en el tren delantero un disco de 276 mm de diámetro mordido por pinzas de triple pistón y 220 mm detrás, con doble pistón y funcionamiento combinado CBS.
Una vez en marcha, lo primero que me viene a la cabeza es que hay veces que lo sencillo es lo más efectivo. Este motor lo ha demostrado a lo largo de esta prueba con una elasticidad perfecta ofreciendo tracción desde bajas revoluciones y estirando hasta las 10.000 rpm, donde ya empieza a desfallecer. Su cambio es preciso a pesar de la sencillez mecánica de su motor, refrigerado por aire con culata de 2 válvulas y un cambio de 5 velocidad que pone la guinda a este pastel.
Sus 131 kilos en seco, pero los 16 litros que entran en el depósito la penalizan en ciudad, sin embargo, al estar ese peso situado muy abajo y con su compacta distancia entre ejes, la X-Light 125 se mueve con mucha alegría entre el tráfico urbano.
Ojo que incluso esta Keeway te permite salir por carreteras más rápidas, donde podrás ver su velocidad máxima. Y no quiero dejar pasar por alto su consumo, que registró unos increíbles 2,5 litros a los 100 km, por lo que las matemáticas indican que llegaremos a una autonomía de ¡635 km!
Su horquilla delantera se muestra con un tarado ideal para dar firmeza en el asfalto urbano y absorbe muy bien los baches sin transmitirlos al piloto. Los amortiguadores traseros con doble paso de muelle trabajan en buena sintonía con la horquilla, pero seguramente, si eres de los que suelen llevar pasajero, conviene endurecerlos alguna posición.
He de reconocer que me ha gustado la Keeway X-Light 125. Celebro cuando algún fabricante se sale del continuismo y busca sorprendernos con nuevas ideas y propuestas, como esta moto. Creo que estamos ante un producto sencillo y muy honesto que no pretende engañar a nadie.
¿Qué más puedes pedir?
Equipamiento: Casco Shoei, Chaqueta Held, Guantes Klim, Mochila Kriega.
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