Probamos la la Royal Enfield Guerrilla 450; una moto que tiene su propio aspecto e identidad dentro de su segmento.
“Partida de paisanos, por lo común no muy numerosa, que al mando de un jefe particular y con poca o ninguna dependencia de los del Ejército, acosa y molesta al enemigo”. Esta es la respuesta que ofrece nuestra RAE cuando se escribe la palabra Guerrilla, una búsqueda que seguramente ha ganado popularidad ahora que Royal Enfield la ha utilizado para nombrar a su último modelo.
Es un nombre apropiado si tenemos en cuenta que se trata del intento de Royal Enfield de infiltrarse en un segmento en el que nunca ha estado y que sin duda va a adoptar definitivamente un espíritu de lucha. El gigante indio observa a sus rivales de “plástico” y afirma que muchos fabricantes parecen estar haciendo clones de otros productos. Esta afirmación de Royal Enfield apunta directamente a la nueva CB350 de Honda que se ha “inspirado” en la Classic 350.
Con ese tipo de afirmaciones, es bueno que la Royal Enfield Guerrilla 450 tenga su propio aspecto e identidad dentro de su segmento. No confundir esta moto con ninguna otra retro moderna, aunque hay un claro guiño de identidad y de diseño compartido con su hermana mayor, la Himalayan 450.
Las extrusiones esculpidas del depósito de combustible y la sección trasera limpia recuerdan particularmente a la Himalayan. También el mismo faro led redondo, el motor Sherpa 450 oscurecido y el escape corto. Además, la Guerrilla también tiene los neumáticos delanteros y traseros más anchos (120/70R17 y 160/60/R17) que cualquier motocicleta fabricada en la India y eso suma para su atractivo visual.
Afortunadamente, la Guerrilla se aleja claramente de su hermana mayor en cuanto a accesibilidad. Con 780 mm, esta moto tiene el asiento más bajo del segmento y ha perdido toda la pesadez superior. Con 185 kg, es la moto más pesada del segmento de las roadster con refrigeración líquida entre los 300-400 cc, pero en general no da la sensación de pesadez. Levantarla del caballete lateral es tarea fácil y su peso parece adecuado para el tamaño de la moto.
Posición de conducción cómoda y erguida
Y el tamaño es una de las cosas que tiene a su favor la Guerrilla en comparación con la mayoría de sus rivales. Basada en el chasis Himalayan, esta es una moto que da la sensación de ser muy equilibrada y eso juega a su favor. El depósito es bastante grande a pesar de tener solo 11 litros de capacidad.
Con la baja altura del asiento, la posición de conducción está muy bien calculada e incluso los pilotos más altos no la encontrarán incómoda de inmediato. Pero los reposapiés elevados 30 mm y con mis 180cm de altura note algo de dolor en las rodillas después de casi 7 horas sobre ella, pero rompo una lanza a su favor y la moto fue bastante cómoda durante las primeras horas de nuestra prueba.
La colocación del manillar es muy natural, lo que da como resultado una posición de conducción cómoda y erguida, pero aun así te brinda una buena conexión cuando conduces a un ritmo más rápido, esto no debería sorprenderte demasiado, dado que la propia Himalayan es sorprendentemente buena en cuanto a conducción y la plataforma de la Guerrilla no hace más que reforzarla. Tiene el mismo chasis principal que la Himalayan, pero con un ángulo de dirección mucho más pronunciado. El recorrido de la suspensión también se ha reducido de 200 mm en ambos extremos a 140 mm en la parte delantera y 150 mm en la trasera. Sin embargo, el cambio más importante es el paso a ruedas de 17” en ambos extremos.
Los neumáticos Ceat con diseño de tacos gruesos, se podría pensar que esta moto tiene capacidad para ser una scrambler, pero, al igual que la Ducati Scrambler, eso es solo en apariencia y la Guerrilla 450 es en gran medida una roadster pura. Dicho esto, se comporta muy bien como una roadster.
Neutra, predecible y confortable
La conducción se puede describir como neutra, predecible y confortable. La Guerrilla se inclina bastante antes de raspar las estriberas y los neumáticos Ceat funcionan notablemente bien en términos de agarre. El perfil del neumático da como resultado una sensación ligeramente antinatural cuando exploras sus límites exteriores disponibles y la Guerrilla probablemente será aún más divertida con neumáticos de carretera más convencionales.
El sistema de frenado es muy similar al de la Himalayan, salvo por un disco de 310 mm ligeramente más pequeño. El rendimiento real de los frenos es más que suficiente, bien es cierto que no es el sistema más preciso que existe. El ABS de doble canal es de serie, pero a diferencia de la Himalayan, el trasero no se puede desactivar.
La Guerrilla utiliza el mismo motor que otros de sus modelos, un propulsor refrigerado por líquido de 452 cc con una potencia de 40 cv y un par de 40 nm, pero con una puesta a punto ligeramente diferente destinada a mejorar el rendimiento en la zona baja y media. La moto también tiene una corona trasera más pequeña (dos dientes más pequeña exactamente) para compensar el diámetro menor de la rueda y el neumático en comparación con la Himalayan.
En movimiento, el motor se siente muy completo y siempre quiere estar por encima de las 3000 rpm, momento en el que avanza con fuerza. No hay que tener miedo y el motor se alegra cuando alcanza la línea roja y eso se suma a la diversión encima de esta motocicleta. En todo caso, la pérdida de peso de 11 kg con respecto a la Himalayan hace que la Guerrilla se sienta un poco más rápida. Al igual que con otros modelos de la marca, hay distintos grados de vibraciones a diferentes velocidades y se manifiestan a velocidades de crucero en autopista.
Disponible en tres variantes
La Guerrilla 450 está disponible en tres variantes. La moto básica incorpora la pantalla semidigital de la Super Meteor. Las variantes intermedia y superior incorporan la misma pantalla TFT que la Himalayan, además de algunos esquemas de colores exclusivos. En cuanto a características, se trata de una moto relativamente sencilla, sin control de tracción ni cambio rápido. Pero incluye un puerto de carga USB y la posibilidad de enviar mapas desde el teléfono a la pantalla TFT.
La Guerilla 450 es una roadster atractiva y divertida de conducir, pero no ofrece nada nuevo ni innovador. Lo mismo ocurre con su precio base de 5.247 € , que es significativamente más bajo que el de las KTM 390 y Husqvarna 401, pero un poco menos bajo que la Triumph Speed 400. Si bien todavía tenemos que ver cómo se comporta la evolución dentro de este segmento, la Guerrilla 450 ya ha demostrado ser algo que debes tener en cuenta si estás buscando una roadster moderna.
Equipamiento: Casco Shoei, Chaqueta Levior, Pantalones PJM, Guantes Five, Botas Sidi.
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