Esta Street Triple 765 R, con un motor como el que equipan las Moto2, le dan a esta pequeña maquina voladora una experiencia de pilotaje adictiva.
La nueva Triumph Street Triple 765 es la culminación de una saga con 16 años a sus espaldas pues la primera Street Triple (675 cc) debutó en el mercado en 2007, una moto de 106 CV que marcó un punto de inflexión en el segmento naked streetfighter mostrando el lado más divertido y atrevido de la fábrica de Hinckley. Un año después llegó la versión R para potenciar su lado más deportivo. La renovación en forma de segunda generación se produce en el 2013, manteniendo versiones y dotándolas de un nuevo chasis, con silenciador central y ópticas frontales pentagonales.
En 2017 se produjo un punto de inflexión en la historia de la naked deportiva con la llegada de una tercera generación. Una moto que si cambió por completo (subió a 765 cc e incorporó una buena dotación electrónica) excepto por la arquitectura de su motor, siempre fiel al tricilíndrico. También se introdujo la versión RS, buque insignia de una gama compuesta por cinco versiones, incluyendo una de 660 cc para usuarios con carnet A2. La entrada en vigor de la normativa Euro 5 en 2020 propició la llegada de la cuarta generación, un nuevo restyling necesario para adaptarse a las exigentes necesidades, sin perder la personalidad ni las maneras inglesas.
En este 2023 llega la quinta generación, una moto con un diseño más afilado y agresivo que las versiones anteriores, con más tecnología y prestaciones que nunca. Se comercializa en dos versiones (R y RS) pues de la edición limitada Moto2 Edition (semimanillares, horquilla Öhlins, piezas de carbono, tija grabada y color amarillo) ya no quedan unidades.
Realmente la labor de los ingenieros de Triumph ha sido dura, porque mejorar un producto que ya era extraordinario tiene que ser complicado. Pero además, hacerlo sin perder sus principales señas de identidad, motor tricilíndrico y doble óptica delantera, que con el paso de los años ha ido afilando su esférica forma inicial, se me antoja una proeza.
Una de las partes más interesantes de esta Street Triple 765 R es su motor. Un tricilíndrico de 765 c.c que cumple con la normativa de contaminación Euro5 y entrega 120 cv a 12.000 Rpm y 80 Nm de par a 9.400 Rpm. El tacto del motor extremadamente suave si lo conduces de una forma tranquila y veneno puro cuando lo llevas a la zona alta de las revoluciones. Realmente este punto es una de las cosas que más sorprende en general de todos los modelos de Triumph, te ofrecen unas sensaciones suaves y delicadas cuando quieres, haciendo que la conducción sea maravilla y a la vez, la otra cara de la moneda, cambiando de forma radical su carácter y entregando una potencia muy contundente y deportiva cuando giras a tope el puño del gas.
Acelerador electrónico, control de tracción desconectable, nuevo basculante con forma de ala, diferentes modos de conducción, iluminación de posición tipo led… además con una sorprendente pantalla TFT de 5 pulgadas a todo color que se controla desde un joystick en la piña izquierda. Exclusivos de la “R”, son otros detalles como los cinco modos de conducción; Road, Rain, Sport, Rider (programable), y Track (solo versión RS), variándose en cada uno de ellos la configuración del ABS y el control de tracción.
Pasemos ahora a la parte ciclo, de la que solo puedo decir que mantiene las virtudes de la generación anterior, pero con unas cotas más agresivas. Con un ligero chasis de doble viga de aluminio, al que se suma un visible sub-chasis fundido a alta presión. Los cuales se conectan al asfalto a través de unas livianas llantas, también de aluminio de 17 pulgadas, calzadas con unos polivalentes Continental ContiRoad; y unas eficientes suspensiones Showa, totalmente regulables. De estas, destaca su horquilla SFF-BP, con barras de 41 mm, que se comporta realmente bien, de manera muy intuitiva a la hora de buscar el ápice de la curva… ¡una auténtica delicia!
Subido por primera vez a la Street Triple 765 R todo en ella, a pesar de ser nuevo, resulta familiar. La posición de conducción es cómoda gracias a un manillar que no te obliga a contorsionarte y que te ofrece un control absoluto de la dirección. Las estriberas, se encuentran algo más elevadas de lo habitual, pero para nada son incómodas.
El tacto del acelerador es exquisito, también para rodar al ritmo del lento latido de la ciudad. Las aceleraciones son fulgurantes y la curva de par motor parece no tener puntos de inflexión, siempre empuja más y más, inagotable. Los modos “Urban” y “Rain” están ahí, para cuando sean necesarios, pero quiero imaginarme, aunque igual me equivoco, que nadie se comprará esta moto para llevarla capada. El modo Sport es lo suficientemente dosificable y cuenta con capacidad de asistencia para que cualquier piloto que tenga cabeza disfrute de todo el empuje con confianza y seguridad.
La combinación de quickshifter – lástima que sólo funcione para subir cambios- con una curva de potencia con la que seguro que has soñado alguna vez – con una cifra de par motor desconocido en esta categoría-, y un peso de sólo 166 kilos (en seco), permite darte el capricho de realizar las aceleraciones de tu vida. Pocas motos, y en el caso de haberlas, serán de un segmento superior, te permitirán tal aceleración y un paso por curva similar. Si no te lo crees, te invitamos a entrar en un concesionario Triumph para comprobarlo… El embrague anti rebote permite un accionamiento más suave y sobre todo te ahorra esfuerzo en las reducciones.
Lo que más destacaría de esta Street Triple 765 R es la capacidad de adaptación que tiene dependiendo de cómo quieras llevarla, es una moto que cuando vas tranquilo va finísima en todos los sentidos, empezando por el embrague que es pura mantequilla, como absorben las suspensiones, la entrega de potencia inicial y en definitiva todo el conjunto es pura dulzura, ahora eso sí, cuando giras la muñeca a tope, la moto se transforma en un instante, con una entrega de potencia muy llena a cualquier régimen, un aplomo brutal en las curvas y una precisión a la hora de meterla por donde quieres que realmente asombra. El nivel de conexión con la moto es inmediato y con esta Street Triple 765 R no existen las discusiones, hace lo que quieres, como quieres, cuando quieres y por donde quieres, a pesar de llevar horas encima de ella, la sensación de seguridad que te transmite es la de llevar conduciéndola durante años.
Estéticamente es una preciosidad y si estas buscando una moto que te permita un grado de comodidad para el día a día bastante alto, pero a la vez este a la altura cuando quieras llevarla al límite, es una opción muy interesante. Esta es una moto de todo uso y polivalente, creo que algunos creeréis que es una moto que para viajar no vale, pero eso no es cierto, porque se le pueden adaptar elementos para llevar el equipaje y solucionado, pero es cierto que es la moto perfecta para salidas de un día, fin de semana y también algún día de disfrute en circuito.
La Triumph Street Triple 765 R, es una moto que me ha gustado bastante y que me cuesta devolver, por comportamiento y componentes, una moto que te hará disfrutar y con un motor elástico y potente que siempre te da lo que necesitas.
Equipamiento: Casco MT, Chaqueta RST, Guantes RST, Pantalón Dainese, Botas Dainese.
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