El británico fue protagonista de las 24 Horas de Le Mans por culpa de un accidente gravísimo que obligó a detener la prueba. Todo, finalmente, ha quedado en un gran susto.
Bradley Smith sufrió un tremendo accidente en las 24 Horas de Le Mans. Un susto gravísimo que, por suerte, únicamente ha quedado en eso: en una anécdota. Sin embargo, cuando se produjo el accidente y en las horas posteriores, la incertidumbre y el miedo era el síntoma de todos los aficionados al motociclismo. Cabe recordar que dicho accidente ocurrió en plena recta del circuito luso, justo al inicio de la prueba. El expiloto de MotoGP fue el elegido por su equipo para ejecutar la tradicional salida al sprint, y cuando estaba empalmando las primeras marchas, Christophe Seigneur llegó por detrás y le embistió. El golpe fue durísimo.
Seigneur pudo levantarse por su propio pie; el británico no. Smith fue trasladado en seguida a un hospital cercano donde le hicieron infinidad de pruebas y donde se quedó ingresado una noche. Durante toda esa espera, el jefe de equipo del piloto británico, Pierre Chappuis, dio un primer parte médico no oficial, apuntando varios daños en la cadera: «Las noticias son tranquilizadoras. El susto ha sido violento, pero Bradley está consciente y se queja de la espalda y la pelvis». Finalmente, Smith fue dado de alta el domingo confirmando que no había ni fracturas ni lesiones graves. Solo le quedó un gran hematoma en la zona lumbar que no le impedirá correr a finales de este mes la primera cita del Mundial de MotoE en Jerez.
Smith y su mensaje en redes sociales
El propio Smith, ya en casa, explicó a través de sus redes sociales cómo había vivido el accidente y cómo se encuentra actualmente. “Solo quiero dar las gracias a todos los que me ayudaron, me cuidaron y me apoyaron durante las últimas 36 horas. Fue un gran golpe, y tengo suerte de estar de una pieza. Ahora me dirijo a casa para comenzar mi rehabilitación. Aunque no llegué muy lejos en la carrera, las 24 Horas de Le Mans fue un evento increíble. Qué bueno ver tantas caras conocidas y sentir el espíritu de equipo de todo el paddock. No podría haber pedido mejores compañeros de equipo, mecánicos y personal también. Qué fin de semana tan salvaje, uno para mi viejo libro de historias“.
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