
Jack Miller ha participado en las 8 Horas de Suzuka con Yamaha.
Jack Miller ha podido estar presente por segunda vez en las 8 Horas de Suzuka. El australiano participó por primera vez en 2017, cuando todavía era piloto de Honda. En esta ocasión, lo ha hecho pilotando para Yamaha; en un equipo compuesto también por Andrea Locatelli y Katsuyuki Nakasuga.
Las cosas no han ido nada mal para el equipo, que ha terminado en segunda posición. Ya desde los primeros entrenamientos, Miller y Locatelli destacaron positivamente; incluso a pesar de la fea caída del australiano. Esto no ha impedido su gran rendimiento en la carrera, que incluso llegaron a liderar. Sin embargo, finalmente no pudieron hacer nada ante el dominio de Honda, y cruzaron la línea de meta a treinta segundos del vencedor.
A pesar de no haber logrado la victoria, incluso con Locatelli marcando la vuelta rápida de la carrera, Miller se mostró muy satisfecho por el trabajo realizado. «Estamos contentos, porque dimos todo lo que era posible. Johann [Zarco] y Takumi [Takahashi] estuvieron hoy en otro nivel. Dimos nuestro máximo. Fue una carrera fantástica», contaba el australiano tras la carrera.
«Es único ver a los fans en la recta principal con las barras luminosas»
Debido a la ausencia, primero de Marini, luego de Iker Lecuona y, hace unos días, de Xavi Vierge, el equipo de Honda tan sólo pudo contar con dos pilotos en la prueba. «‘Loca’ [Locatelli] me preguntó si nosotros también lo habríamos logrado de a dos. Le dije que quizás habría sido posible, pero que definitivamente no lo habría querido. Realmente hicieron un trabajo muy bueno desde el primer stint», aseguró Miller.
Una parada adicional de Yamaha fue la clave que dio la victoria a Zarco y Takahashi. «Corrimos nuestra carrera. En el primer stint podríamos haber sido más rápidos. Pero quería primero desarrollar una sensación en el calor. No pudimos rodar demasiado. Después de la caída en el Top10 Trial quería mantenerme en la moto. Lo tomé con calma. Pero en el segundo stint me sentí muy cómodo», explicó el australiano.
A pesar del esfuerzo y el calor durante la carrera, el piloto del Pramac se queda con la sensación de pilotar por la noche. «Es una experiencia única. Es único ver a los fans en la recta principal con las barras luminosas. Aquí logré subir al podio por primera vez», recordaba Miller. Al piloto aún le quedan unos días para descansar y reponer fuerzas antes del regreso de MotoGP en Austria, del 15 al 17 de agosto.
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