
El padre de Álvaro Bautista, Javier Bautista, se sincera y relata el inicio de su hijo en el mundo del motociclismo.
Los inicios de la trayectoria deportiva de Álvaro Bautista no sólo estuvo sustentada por sus abnegados progenitores, sino también gracias a la fiel presencia y ayuda, de sus hermanas. En esta entrevista junto a Javier Bautista se explican anécdotas que dejan al descubierto cuánto cuesta llegar a la élite y en el caso de Álvaro Bautista tiene más mérito si cabe, por toda la ayuda de su familia y algo también Talavera de la Reina, su ciudad natal.
Me decías que no querrías que corriese Álvaro… “No, pero a mí me gustaba que se viniese conmigo los domingos, que salíamos a hacer un tour por ahí y llegabas a un pueblo a 50 kilómetros de aquí, a Talavera, y llegabas y te tomabas tu cerveza y comías. Y luego te venías para acá tan tranquilo y tan a gusto. Y eso es lo que me gusta”.
¿Has hecho motocross en principio?: “No, es que tampoco quería correr en motocross. Amigos míos… O Mario. Mario corría motocross. Y amigos míos mayores han corrido motocross y estaban todos hechos polvo. El pajilla que estaba hecho polvo. Tienes a mi amigo Rafa, igual, a Armando, igual, estaban todos hechos polvo. Esto aquí te destroza a mí. A mí competir no me ha gustado nunca”.
¿Qué te gustaba?: “A mí me ha gustado montar en moto, salir por ahí, pasármelo bien, tratar de ser el más rápido de los que íbamos, eso también te lo digo. Y me he pegado muchas hostias, pero bueno… A mí me gustaba que montase en moto, hacía motocross, hacíamos enduro… Y nos fuimos de vacaciones un año a Alicante, cuando salieron las minimotos.
Entonces nos íbamos al parque ese, estaba en Alicante, era un circuitillo muy chiquitillo, como un riñón, dos curvas aquí, otra para acá, lo típico de una feria de eso. Y nos fuimos allí, tuvimos relación con el que nos llevaba, y nos mandó un circuito que tenía Ramiro Blanco. Y Ramiro Blanco, íbamos allí, nos gastábamos una pasta a montar todas las noches los muchachos y los curvas libres, y nos dijo Ramiro, joder, comprad una moto, coño, y ya no os cobro yo. Y nos compramos una minimoto, cada uno, íbamos allí ya, él no nos cobraba el circuito… Y el amigo también. Y el amigo también, compramos uno cada uno. Y llegamos aquí a Talavera”.
¿Y dónde montabais con la minimoto?: “Pues el padre de María Herrera, había hecho un circuito de minimotos, chiquitito, donde tiene la gasolinera. Y tenía mil minimotos que las alquilaba. Entonces, yo le conocía, Antonio no le conocía bien, él entonces tenía un taller. Eso con las minimotos, no lo ves peligroso, con las minimotos, dices, bueno, oye, tampoco si te caes aquí a 30. O sea, tampoco lo veía para que tuviese unas lesiones graves, y tal, igual”.
¿Y tras las minimotos?: “Pues hacemos campeonatos, campeonato de Madrid, corrimos el campeonato de España, con Dani Pedrosa, con Olivé y después sacan la Copa Aprilia y con 12 años Álvaro. Pero mi mujer era la que no quería que corriese con la moto grande. Y se van a ver la primera carrera, y vienen pues todos, Rodríguez, Olivé, Salom, Dani. Convencen a mi mujer y le compramos una Aprilia de 50cc a Álvaro. Compramos una de 50cc, pagas la inscripción, que pagas cuando pagabas, pagabas la inscripción y te daban los carenaos, el escape, la inscripción, el mono, toda la historia esa te lo daban para poder correr”.
¿A partir de ahí tras la Copa Aprilia?: “Pues si lo haces bien, no sé qué, no sé cuándo, está ahí siempre entre los primeros, va y sale la Copa Movistar. Te apuntas a la Copa Movistar con Alberto Puig que se había tirado los dos años que estuvimos con la Copa Aprilia, él estaba dando vueltas por allí, por los circuitos, viendo a los chavales y los veía y tal, no sé qué. Alberto los tenía controlados.
Por las circunstancias que fuese, pues Alberto Puig cogió a Joan Oliveira, que fue el que ganó la Copa, que en teoría era el que se lo merecía de verdad. A Raúl Jara, que hizo segundo. Y el tercero tenía que ser Piñero pero no fue así, y entonces cogió a Dani Pedrosa, que bueno… En fin. Que sí vamos a ver, que ahí está Dani. Que no vamos a negarle el mérito al Alberto. Pero a Álvaro le dio la oportunidad de seguir haciendo el segundo año la Copa Movistar. Aunque tuvo mala suerte, que entrenándose en Jarama con una Honda 125cc que habíamos comprado, se cayó y se rompió la tira del peroné con casi 15 años”.
¿Entonces después de eso?: “Yo después de la Movistar, me llevé la mayor decepción de mi vida que me he llevado de las motos. Porque fui a ver que si cogían a Álvaro para que corriese y el que menos me pedía 12 millones de pesetas. Después de hacer la Movistar, y que lo había hecho bien, que yo pensando, coño, pues lo haces bien, pues va a entrar a algún equipo no sé.
Pero al final me dicen, mira esto faltan 3 millones, pero yo no tengo… Digo, déjame que… que me lo piense y tal, pero no son muchos porque tengo que ser ya, porque la carrera, tal. Bueno, pues va. Y con eso que me fui a pedir el dinero del ayuntamiento de Talavera, a que me lo dejaran y yo después devolverlo. A mí en otra ocasión me había dado el ayuntamiento de Talavera 400.000 pesetas para comprar una Yamaha por un chaval que corría. No me la había dado, nos la había prestado. Nos sacamos 4 préstamos de 100.000 pesetas entre 4 personas.
Y al final un empresario de CRM nos dio un millón de pesetas. Que luego, en el 2006, cuando fue Álvaro campeón, si buscas por ahí alguna foto, verás que lleva aquí CRM puesto en el casco. Eso es la empresa de este hombre que a Álvaro se lo hizo un agradecimiento. Dice, bueno, no diste el millón en su día, tal, igual, mira, no me pagas nada por llevar esto aquí, yo campeón y llevo CRM puesto”.
¿Pero y los dos millones de pesetas que faltaban?: “Los sacó mi mujer con su nómina. Mi mujer trabajaba en una lotería y, bueno, pues conocía a toda la gente de los bancos, de las cajas y tal. Y fue a Caja Castilla la Mancha. Dijo oye, me hacen falta 2 millones y tal. Pero ya, bueno, pues venga, tómalos 2 millones y ya preparamos todos los papeles para que los firme tu jefe. O sea, que me dieron los 2 millones sin firmar nada”.
¿En cuánto tiempo lo levantasteis, ese dinero?: “Pues si es que había 15 días y había que decirlo de un lunes que me llamaría este a un jueves, un viernes. Había que darles la contestación de ya”.
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