
Súmate a la protesta de Álvaro Bautista contra la injusta norma del peso mínimo que lo lleva lastrando durante casi dos años.
La cruzada personal de Álvaro Bautista contra la norma del peso mínimo en el Mundial de Superbikes ha traspasado las fronteras del paddock. Tras conseguir el respaldo unánime de sus compañeros pilotos, el campeón español ha llevado su protesta a la plataforma Change.org, donde en apenas una semana ha recogido cerca de 2.500 firmas de aficionados que apoyan su causa.
El movimiento, que comenzó con la recogida de firmas dentro del circuito, ha demostrado tener un eco social inesperado. La petición en la plataforma internacional ha conseguido sumar a miles de seguidores del mundo de las dos ruedas en muy poco tiempo, mostrando que el descontento con la regulación implementada en 2024 trasciende al propio campeón mundial.
Una batalla de dos años
Bautista carga desde hace dos temporadas con aproximadamente 6 kilogramos de lastre adicional en su Ducati Panigale V4 R, consecuencia directa de la norma que establece un peso mínimo combinado entre piloto y motocicleta. La regulación, introducida tras su dominio absoluto en 2023 -año en el que ganó 27 de 36 carreras-, obliga a añadir medio kilo de peso extra por cada kilogramo que el piloto se sitúe por debajo del peso de referencia.
El español ha mantenido una postura firme durante todo este tiempo, argumentando que la norma es «discriminatoria» hacia pilotos de complexión menuda. Más allá del impacto en el rendimiento, Bautista ha alertado repetidamente sobre los riesgos para la seguridad que supone competir con una moto más pesada, especialmente en frenadas y cambios de dirección.
Un apoyo que crece
La iniciativa en Change.org representa la consolidación de un movimiento que comenzó con el respaldo unánime del paddock. Ahora, con el apoyo masivo de los aficionados, la presión sobre Dorna y la FIM se intensifica. La petición no solo busca la eliminación de la norma actual, sino que aboga por un reglamento que tenga en cuenta la «pluralidad de morfologías» de los pilotos.
Con las firmas de los pilotos ya entregadas a los organizadores y el respaldo de miles de aficionados respaldando su causa, Bautista ha demostrado que su lucha por lo que considera una cuestión de justicia deportiva está lejos de terminar. La pelota está ahora en el tejado de Dorna y la FIM, que deberán decidir si mantienen una norma que ha generado un malestar generalizado en el mundo del motociclismo.