Toprak Razgatlioglu ha hecho un repaso por su carrera deportiva; desde sus inicios en el motociclismo y el papel fundamental de su padre hasta llegar a convertirse en Campeón del Mundo de WorldSBK.
Toprak Razgatlioglu es una de las figuras claves del paddock de WorldSBK. El piloto de Yamaha no deja indiferente a nadie, ya sea por su pilotaje o por su carisma fuera de la pista: sus ‘stoppies’ tras las carreras son ya un clásico. El turco es de los que no se conforman y siempre buscan nuevos retos. Tanto es así, que el próximo año dejará Yamaha para formar parte del equipo de BMW. Una decisión que tomó a todos por sorpresa; ya que incluso se situaba a Razgatlioglu en MotoGP de la mano de la marca de los diapasones.
Tras subir a lo más alto del podio en Imola la pasada semana, el piloto participó en el podcast “Chasin’ the Racin'”; donde habló de sus inicios en el motociclismo y mostró su lado más personal. Razgatlioglu recordó sus primeros ‘stoppies’, cuando apenas era un niño. “Creo que aprendí a hacer stoppie cuando tenía nueve o diez años. Era muy joven y aprendí a utilizar el freno trasero para hacer wheelie cuando tenía siete u ocho años. Tenía una Yamaha PW 80, que no tiene freno de disco, y aprendí con ella. No era fácil”, ha contado.
Algunos años después, llegaría la competición. “Empecé a correr cuando tenía trece o catorce años. Antes de eso, sólo hacía acrobacias con mi padre y motocross, donde competía en las categorías de 50cc, 65cc y 85cc. Debía de tener doce años cuando me pasé a la velocidad en pista, saltando directamente de una 85cc a una 600cc, con la ayuda de mi padre. Dos años más tarde corría en el campeonato turco, y de ahí llegué a la Copa R6 alemana”.
“Mi sueño era correr en Supersport con Sofuoglu”
El piloto ha recordado también cómo fue el cambio a la competición a nivel europeo. “En Turquía era competitivo porque el nivel era bajo, pero luego en Europa fue otra historia. Sólo hice algunos podios, y al final de la temporada probé en la Rookies Cup. Allí conseguí una victoria y algunos podios; pero no me resultó fácil porque las motos eran pequeñas y yo era alto. Así que Kenan [Sofuoglu] me llevó a la última carrera del Campeonato europeo de Superstock 600 en Magny-Cours. Gané la carrera, haciendo llorar a todo el equipo porque nunca habían terminado más arriba del 15º puesto. A partir de ahí empezó mi carrera”.
Toprak fichó entonces por el equipo de Manuel Puccetti en Superstock 600. Desde ahí, el piloto fue dando pasos adelante hasta terminar en Superbike. “Mi sueño era correr en Supersport con Kenan, pero el suyo era llevarme a Superbike. Teníamos sueños diferentes, pero acepté pasar a SBK porque no tenía otra opción. Estoy contento de haberlo hecho, porque ahora soy Campeón del Mundo”, ha afirmado.
“Pensé que dejaría las motos”
Su llegada a WorldSBK, de la mano de Kawasaki, no fue nada fácil para el turco. “Todavía no tenía el estilo que tenía Rea; porque todavía estaba aprendiendo. Pensé que mi carrera acabaría ahí. Pensé que sería mi última temporada y que me iría a trabajar con mi hermano en la tienda de motos que tenemos en Turquía. Pensé que dejaría las motos. Pero en Donington conseguí mi primer podio con la Kawasaki, terminando segundo por delante de Johnny. Volví a subir al podio en Argentina y en 2019 fui un Toprak completamente diferente”.
El cambio por Yamaha tampoco fue un camino de rosas para Toprak, que tardó en confiar en la moto. Aún así, logró convertirse en Campeón del Mundo en 2021; un momento muy especial para él en el que su padre estuvo muy presente. “La lucha por el título se mantuvo abierta hasta la última carrera, pero al final ganamos. Soñaba con ganar el Campeonato del Mundo y era muy importante para mí, porque mi padre trabajaba cada día para hacerlo posible. No teníamos dinero cuando fui a Alemania a por la R6 y tuvimos que alquilar la moto para correrla antes de cada ronda. Al final lo conseguimos, pero él no llegó a ver mi victoria, porque murió en 2017“.
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