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Se cumplen 15 años de la primera victoria de Rossi con Yamaha

18 Abr. 19 | 20:00
Foto: www.motogp.com

El 18 de abril de 2004, con motivo del GP de Sudáfrica, Valentino Rossi desafió a la lógica y se llevó un triunfo que marcaría un antes y un después en el campeonato de MotoGP, en Yamaha y en su trayectoria deportiva. En MotoSan, con motivo de esta efeméride, repasamos el primero de los 57 triunfos de Valentino Rossi con la fábrica de los diapasones.

Corría el año 2004. El Mundial arrancaba en el trazado de Welkom (Sudáfrica), pero antes de ese 18 de abril en el que el campeonato daba el pistoletazo de salida, el invierno había sido uno de los más calientes que se recuerdan. Valentino Rossi, campeón con Honda en 2001, 2002 y 2003, decidía hacer uno de los cambios más arriesgados de la historia: abandonar la fábrica dominante que le había dado los tres títulos de la categoría reina que atesoraba y fichar por la competencia, Yamaha, la cual estaba sumida en una crisis de identidad y de resultados histórica. Para verla como campeona había que remontarse a los tiempos de Rainey, y el presente no pintaba mucho mejor.

La transición de los dos tiempos a los cuatro tiempos había dejado a Honda en una posición superior al resto de fábricas, como bien demostró Rossi ganando con autoridad en 2002 y 2003. El debate era claro: ¿Rossi ganaba por su talento o por que la Honda era muy superior? La opinión pública era más partidaria de la primera opción, lo cual llevó a Rossi a tomar la decisión de pasar a Yamaha en 2004, con el riesgo que ello suponía.

Sin embargo, en el primer fin de semana de competición, Rossi ya demostró que el cambio no sería tan traumático como pudiera parecer. El italiano copó la primera posición en todas las sesiones del Gran Premio, con la excepción del Warm-Up, que se adjudicó Max Biaggi, quien sería su máximo rival durante la carrera.

Rossi Vs Biaggi, más que un duelo

Con la carrera ya iniciada, Valentino Rossi intentó imprimir un ritmo infernal desde el inicio. Solo pudieron seguirle Max Biaggi y Sete Gibernau, los representantes más destacados de Honda. Con el paso de los giros, Sete fue perdiendo terreno y la contienda por la victoria se limitó a Rossi y a Biaggi. A partir de ahí, el duelo estaba servido. Valentino y Max eran algo más que rivales, eran enemigos. Su rivalidad había traspasado fronteras, se había alejado de los circuitos y había llegado a lo personal. Además, este duelo suponía una pelea de fábricas. Honda y Yamaha estaban ante la oportunidad de demostrar quién era mejor. Quien ganara la carrera se llevaría el orgullo de haber batido al otro en algo más que una victoria.

Ya durante el tramo final de la prueba, Valentino Rossi, con una moto claramente menos potente que la de Biaggi, intentó aguantar los ataques de su compatriota en un circuito marcado por las curvas de media y alta velocidad y tramos de rectas importantes. Sin embargo, y con todo en su contra, Valentino sacó a relucir su talento innato para gestionar los duelos de las últimas vueltas y logró dejar atrás a su archienemigo para encaminarse hacia una victoria que cambiaría la historia del Mundial.

Foto: www.motogp.com

Yamaha había vuelto, Valentino Rossi se erigía como el piloto más completo del momento y el “run run” en el Paddock se desvanecía para dar paso a la que sería la era dominante del binomio Valentino Rossi y Yamaha. En 2004, a pesar de los intentos de Sete Gibernau por impedirle lograr el título al italiano, Rossi se impuso con claridad. En 2005, la temporada de MotoGP aún tuvo menos historia, pues Valentino Rossi lograría su quinto título en la categoría reina de forma consecutiva sin apenas rivales que le pudieran inquietar. El recordado incidente entre el italiano y Sete Gibernau en la última curva de Jerez despejó el camino a un Valentino que vería como en 2006 un sorprendente Nicky Hayden devolvía el título a Honda.

Valentino y Yamaha, una química que perdura

Mucho ha llovido desde esa tarde del 18 de abril del 2004. Sin embargo algo sigue vigente: Valentino Rossi sigue sacando el máximo de la Yamaha. Sin ir más lejos, el italiano, ahora con 40 años de edad a sus espaldas, sigue pisando el cajón de forma habitual. El último ejemplo se vio en Austin, donde el de Yamaha peleó por la victoria hasta la última vuelta y, a pesar de no lograrla, demostró que sigue manteniendo el nivel que le llevó a levantar a Yamaha y que le llevó a lograr cuatro títulos con la fábrica de los diapasones.

Foto: www.motogp.com

El único punto flaco que se le observa a la trayectoria reciente de Rossi con Yamaha es la falta de victorias. Para verle ganar hay que remontarse al GP de los Países Bajos del 2017 o lo que es lo mismo, casi dos años atrás. Durante este tiempo, Yamaha ha vivido una de las peores crisis que se recuerdan, similar a la que vivió justo antes de que Valentino fichara por la fábrica japonesa. Sin embargo, el inicio del 2019 abre un halo de esperanza para que Yamaha vuelva por sus fueros y que Valentino pueda seguir sumando victorias al contador de triunfos con la M1, que ahora está estancado en 57.