El motociclismo italiano estaba en crisis, tras haber dominado con Agostini y constructores transalpinos como Gilera o MV Agusta, veía como la categoría reina era cosa de americanos y australianos sobre motos japonesas. Rezaban por la llegada de un buen piloto y Valentino Rossi fue la respuesta a sus plegarias. Vamos a sus orígenes.
Flavio Fratesi, del club de fans de Valentino contaba hace unos meses a Movistar MotoGP: “Desde pequeños veníamos a la iglesia y pedíamos: Va, mándanos un ‘pilotino’… y vaya si nos lo mandó, exageró“. Desde el título de Agostini en 1975, Italia había tenido sólo dos campeones ocasionales en 500cc, Lucchinelli en 1981 y Uncini en 1982, pareciendo desde entonces una cota imposible. Cadalora y después Biaggi estuvieron cerca, pero se acercaba el nuevo dominador del mundial que marcaría una era, Rossi.
Graziano Rossi cuenta: “Él empezó en los karts, era un piloto de coches que en cierto momento descubrió las minimotos y de golpe se convirtió en su pasión. Le gustaba hacer adelantamientos en las frenadas, en las curvas. Esta siempre ha sido su característica. Le gustaba jugar con la tortuga ninja del casco”. Un peluche que le regaló su madre cuando empezó a competir y que tuvo la ocurrencia de pegar en el casco.
Su amigo Uccio respecto a esa época: “El primer recuerdo de mi vida es con Valentino y seis personas más“ refiriéndose a un grupo de amigos que bautizaron como La Tribu del Chihuahua. Valentino reconoció: “Teníamos una manera de divertirnos, un modo de bromear que es diferente a uno que ha crecido en una ciudad grande porque te tienes que adaptar, no tienes nada que hacer y seguramente eso nos hace volar la imaginación“. A lo que Uccio añade: “Nuestra pasión, siendo pequeños, era ser rápidos. Éramos un poco distintos. No éramos como todos los demás que juegan al fútbol, nosotros ya íbamos fuertes.”
Si hay una carrera que marca la adolescencia de Valentino, cuando corría pensando en llegar al campeonato del mundo, fue Suzuka ’94 y el mítico debut de Norifumi Abe en 500cc: “Esta carrera de Abe me inspiró muchísimo, me hizo pensar que yo quería ser piloto del Mundial. Por las mañanas veía la carrera y hasta que no se caía no me iba al colegio, llegaba tarde y era un desastre“ Por eso mismo usó el sobrenombre de “Rossifumi” durante sus primeros años antes de ser “The Doctor”.
Su primer recuerdo con una moto en circuito fue en Misano: “Fue a finales de 1992. La pista era muy distinta porque se rodaba en sentido contrario y era más corto. Recuerdo una gran emoción con una Cagiva 125cc. Era muy pequeño. Cuando entré en el circuito fue como si entrase en otra dimensión, entonces entendí que era lo que quería hacer el resto de mi vida“
Su primera temporada completa en circuitos fue en 1993, en el campeonato italiano Sport Production con la Cagiva Mito, con la que sufrió una caída en la primera curva de su primer entrenamiento. Durante 1994 venció el campeonato de Sport Production, compaginando con el campeonato italiano de 125cc, para finalmente en 1995, antes del salto al Mundial, ganar el campeonato italiano y ser tercero en el campeonato de Europa.
El resto ya es historia, Valentino debuta en el Mundial de 125cc en Shah Alam ’96 acabando en sexta posición. Su exitosa carrera deportiva había empezado. Aún Jorge Martínez “Áspar” recuerda como el padre del 46, Graziano, fue a verle para que le ayudase a correr, que le diera una oportunidad en su equipo. El de Alcira no quiso ficharle, algo de lo que lógicamente a posteriori se arrepintió.
Graziano inculcó el motociclismo a Valentino desde su nacimiento, le apoyó en sus inicios, pero cuando éste entró en un circuito se enamoró para siempre… ¿Para cuándo su retirada? El propio protagonista contó hace unos meses ante los micrófonos: “Retirarse como campeón del mundo, o en el momento cumbre de tu carrera es algo fascinante para un deportista. Me vienen a la mente Bayliss, Schumacher y Biaggi. Me di cuenta que lo acaban echando de menos, que acaban haciendo otras cosas, pero corriendo. Lo que más me gusta hacer en el deporte del motor es MotoGP, por eso mientras siga siendo competitivo, aunque quizás sea más complicado… quiero retirarme cuando no tenga más ganas. Así al menos estaré tranquilo el resto de mi vida y no tendré remordimientos”
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