El vigente campeón del mundo de MotoGP hace un repaso a su actualidad tras los tests de Valencia y Jerez, donde ya ha estrenado a Jorge Lorenzo como nuevo compañero de equipo.
Una nueva era se abre en el Repsol Honda. Tras seis años de coexistencia de Marc Márquez y Dani Pedrosa, la retirada del piloto de Castellar del Vallès -tras 18 años vistiendo los colores de Honda-, la marca nipona goza de una alineación única. Y es que por primera vez desde que Repsol es patrocinador oficial del equipo -algo que ya hace más de dos décadas-, el equipo contará con dos campeones del mundo de la categoría reina: a Márquez se le une el único piloto que le ha conseguido arrebatar un título de MotoGP: Jorge Lorenzo.
En una entrevista a Marca, producida tras el pasado test de Jerez en el que Honda dejó buenas sensaciones, pues no sólo Márquez fue rápido, sino que la adaptación de Lorenzo a la moto fue correcta y Nakagami sorprendió con el mejor crono, el 93 fue preguntado por qué supone tener a otro campeón de MotoGP al lado del box: “Existe ese morbo y lo comprendo“, admite Márquez, que no puso ninguna veta a la llegada del balear cuando su equipo se lo comunicó allá por el mes de mayo.
“Sabemos que existe una rivalidad, pero todo se queda en la pista. Fuera de ella hay que ser profesionales“, concreta Márquez, que cree que esta situación ya se dio, en cierta medida, en años anteriores: “Cuando compartía equipo con Dani Pedrosa también era así: intentábamos ser ambos el mejor y compartíamos cosas para mejorar el equipo entre los dos“. Márquez cree que Lorenzo le pondrá las cosas “muy difíciles, pues es un cinco veces campeón del mundo“, pero opina que la presión la tendrán ambos, no sólo Marc: “Cuando llegas a un proyecto ganador, como es este, tienes la presión de hacerlo bien. Él viene de una moto que ha ganado el campeonato y que el año pasado le ha permitido ganar carreras. Lo cierto es que se está adaptando bien“.
Con respecto a Lorenzo, el otro piloto Honda con material oficial, el británico Cal Crutchlow, comentó esta semana, mientras sigue su proceso de recuperación tras el duro accidente sufrido en Phillip Island, que los tiempos de Jorge en los tests pueden ser engañosos: “Parece que va bien a una vuelta, pero si te fijas en su ritmo, no es tan rápido“, analiza el inglés, que, no obstante, tiene pocas dudas en Lorenzo, quien fuera su compañero de marca durante tres años en Yamaha (2011-2013): “Lorenzo es 5 veces campeón del mundo, ese es mi principal análisis. Se acabará adaptando a la moto, pero tiene que conocerla, pues no es una moto fácil, como todos sabemos. Cuando lo consiga, no tengo dudas de que estará arriba“.
Y la gran pregunta que muchos se hacen es qué pasará con la dirección del equipo a la hora de poner la puesta a punto. En la entrevista a Marca, Márquez asegura que ya ha tenido conversaciones con Jorge sobre este aspecto: “Honda siempre saca los billetes de avión de los pilotos juntos y estuvimos hablando en el vuelo de vuelta. Compartimos información y ambos coincidimos en dónde podemos mejorar la moto y esto es positivo para todos.” Ahora, tras estas dos tandas de pruebas, se produce un largo parón hasta el 1 de febrero, cuando los pilotos de MotoGP retomarán la actividad con el test de Sepang.
Escoger un buen motor, la clave
A diferencia de otros años, Honda arranca la pretemporada con una buena base de años anteriores. Atrás quedan los años 2015 y 2016, cuando a la moto le faltaba aceleración y el motor era un auténtico quebradero de cabeza. De hecho, la actual reglamentación establece que los motores quedan precintados antes de la primera carrera del año, y por tanto, es esencial la elección de un motor que permita ser competitivo durante todo el año, pues después no se podrá cambiar. “Hemos arrancado con una buena base y ahora es el turno de HRC y Honda para coger toda la información y dar un paso más“, comenta el piloto catalán, que añade que encontrar un buen feeling con el motor es lo más importante de estos primeros tests: “Hemos empezado ahora con la moto de 2019, que es una evolución de la anterior. Durante la pretemporada te centras un poco más en el motor, ya que a partir de la primera carrera los cierran y no puedes afinar más“.
Otra cosa que ha remarcado Márquez en los últimos días es la poca importancia de los tiempos de los tests. Tras la última jornada de pruebas en Jerez, cuando algunos pilotos como Nakagami o Morbidelli dieron la sorpresa, el 93 comentó que esperaba que los pilotos que fueron rápidos en 2018 lo sean también en 2019. “Cada vez en los test se pueden sacar menos conclusiones de quien va a ir rápido, porque no sabes en lo que están trabajando. Si miras mi ritmo, durante una parte del día dices “¿qué pasa aquí?”, pero es que estás probando cosas y te tienes que olvidar de la tabla de tiempos y concentrarte en lo que realmente interesa al equipo y no lo que interesa al piloto, que es el tiempo por vuelta“, aseguraba el piloto catalán.
Tras unas últimas semanas repletas de celebraciones, el campeón ya piensa en 2019. Y es que como él dice, “en el momento que te relajas, te ganan dos o tres pilotos“. Una vez festejado el campeonato con su gente en Cervera, Márquez vuelve a poner los pies en el suelo: “Estamos casi en el año 2019 y ya nadie se acuerda de que fui campeón, ni siquiera yo. Ahora soy uno más, no el campeón“, relata el piloto de Honda con la habitual modestia que preside sus declaraciones.
Algo que ha marcado la actualidad de Márquez en las últimas semanas es su maltrecho hombro, el cual se le ha salido en varias ocasiones, entre ellas en la celebración del título en Japón, cuando recibió una ‘calurosa caricia’ de su amigo Scott Redding. La operación definitiva para acabar con este problema se producirá la próxima semana, lo cual condicionará su actividad venidera. “Me estoy concienciando. Soy un chico activo y me costará tener paciencia. Me tocará sacrificar las vacaciones y, aunque parece mucho tiempo, llegaré justito a los primeros tests. Será importantísimo tener una buena recuperación“, relata el vigente campeón.
