El vigente campeón de Moto3 no está deslumbrando en la categoría intermedia. Martín, a los mandos de una KTM, ha tenido un inicio de temporada agridulce.
El 2018 ha sido, hasta ahora, el mejor año de Jorge Martín como piloto mundialista. Su primer triunfo en Moto3 fue en el GP de Valencia de 2017, y tras él llegaron muchos más la pasada campaña. Terminó el año en lo más alto del podio, y así comenzó al año siguiente ganando en Qatar. Tal y como transcurría la temporada fue cayendo, ganando, haciendo podios pero también madurando como piloto y como persona.
Cosechó un total de 7 victorias y tres podios, proclamándose campeón del mundo de la menor cilindrada en Sepang durante el gran premio de Malasia, uno de los más duros del calendario debido a sus altas temperaturas y gran porcentaje de humedad. Martín lo tenía casi todo para ganar, pero habría que estar pendiente de cómo lo hicieran Marco Bezzecchi y Fabio Di Giannantonio, los dos únicos pilotos que podrían quitarle ese sabor a gloria que acabó obteniendo en el último giro de la carrera. Jorge ganó no sólo el mundial, sino aquella penúltima cita de la temporada y los corazones de todos sus seguidores, los cuales seguían hiperventilando por ver lo que había conseguido.
Todo eran lágrimas de alegría y satisfacción tras cruzar la línea de meta, lágrimas que posteriormente se convertirían en una celebración a la recompensa recibida por todo el esfuerzo que un piloto hace hasta llegar a la cumbre. Esto no era el final, sino el principio de un sueño del que el madrileño no quiere despertar. Incluso ya tiene su moto de campeón –número uno en carenado- en casa desde el pasado GP de España. Además, meses atrás se publicó una noticia que parecía nombrar el comienzo de una estrella: Jorge Martín fichaba por KTM en Moto2, el equipo que persiguió el mundial de 2018 junto a Miguel Oliveira.
Pretemporada en ascenso
La primera vez que Jorge Martín pudo probar su nueva ‘bestia’ fue en los test de Jerez semanas después de terminar la temporada en Valencia. Sin embargo, aunque todo apuntara a un gran debut por el cambio a Triumph y el inicio de cero de Moto2, en un segundo todo se truncó para él. Transcurría el primer día de test en el circuito andaluz cuando sufrió una fuerte caída que le provocó fractura del húmero del brazo izquierdo y del tercer y quinto metatarso del pie derecho. De todas formas, él ya estaba acostumbrado a sufrir, ¿no?
Martín ya ha demostrado varias veces su fuerza de voluntad. En 2017 quería a toda costa luchar por el campeonato mano a mano con Joan Mir y Romano Fenati, pero no pudo ser. En Alemania se fracturó un pie y tan sólo un mes después subió al podio en Austria. No sorprende a nadie, y es que el año pasado hizo algo parecido también en el Red Bull Ring: se fracturó el radio de su mano izquierda en Brno e hizo podio de nuevo en Austria.
Ya habiendo pasado las vacaciones invernales, el madrileño volvió recuperado en febrero otra vez en Jerez. Allí sorprendió marcando el décimo mejor tiempo (1:41.385), y en Qatar no se quedó corto siendo undécimo (1:59.039), pero sin duda la sorpresa negativa ha sido la inauguración de la nueva temporada como rookie en Moto2.
¿Presión por haber sido campeón?
La clasificación de la primera cita de la temporada no fue tan mal para Martín, que partió 11º en Qatar. No obstante, no tuvo una buena carrera y bajó hasta el último puesto de los puntos (15º). En Argentina salía decimoséptimo, pero se cayó cuando marchaba undécimo a la caza de Enea Bastianini. Lo mismo que en Doha ocurrió en Austin; buena sesión cronometrada y decimoquinto puesto sumando su segundo punto en Moto2.
Por otra parte, Jerez está siendo un trazado maldito para el de San Sebastián de los Reyes. De los cinco grandes premios que ha disputado allí, tres de ellos ha acabado en el suelo (2016, 2018 y 2019), por no hablar de su lesión en noviembre. Esta vez, durante el fin de semana no tuvo buenas sensaciones al 100%, y es por eso que salió desde el casillero número 22. En los test de hoy ha podido probar un nuevo basculante y novedades también en el chasis, que quién sabe si serán importantes de cara al próximo GP en Le Mans (Francia). Pero… ¿será cara o cruz esta vez?
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