Si eres un motociclista que ya peinas canas esta marca te sonará, pero si eres un millennials deberías leerte algo sobre esta gente.
El fabricante francés, Furygan, se especializa en proteger(nos) a los motociclistas con sus chaquetas, guantes, pantalones, botas, trajes de carrera de cuero y otras prendas textiles, y para ello se distribuye en 43 países de todo el mundo.
Esta empresa familiar nos abrió las puertas de su fábrica exclusivamente para Motosan y nos dirigimos a su sede en el sur de Francia para tener una idea de cómo era la cultura, las habilidades, la investigación, las pruebas y los procesos de fabricación que Furygan ha desarrollado desde el nacimiento de la empresa allá por el verano del 69.
127 están empleados en dos sitios; 80 están en la fábrica de ensamblaje de Túnez, mientras que los 47 restantes tienen su sede de Nimes. Es una fábrica más pequeña de lo que cabría esperar que se duplica como la oficina central de la empresa, sala de exposición, instalaciones de prueba, centro de reparación y base de fabricación.
Al cruzar las puertas de entrada y entrar en una sala de exposición estilo almacén vemos deliberadamente toda su colección e inmediatamente sentimos la cultura hogareña y familiar. Rostros amigables con atuendos elegantes o casuales caminan con determinación, vemos anuncios de prensa de Furygan de los años 70 y 80 que adornan las paredes de las oficinas.
Comenzamos ‘le tour‘, deslizándonos desde la sala de exposiciones a la zona de acción. Lo primero que notas es el familiar olor a cuero y eso es obviamente por el cuidado de los montones de pieles negras, marrones, rojas y azules apiladas en las estanterías.
Uno de los primeros hombres que conocemos es el mayor de todo el equipo y que se jubila a finales de este año después de haber estado con Furygan durante 43 años. “Es mi familia”, me dice antes de regresar a su trabajo al que ha dedicado su vida y continuar inspeccionando la piel en su banco de trabajo en busca de anomalías. Su lugar está literalmente en la cabecera de la mesa, al lado de la ventana, y mientras hablamos, sus colegas bromean sobre quién lo reemplazará.
En el siguiente banco de trabajo, otro “aprendiz” con solo 40 años en su haber. De pie con la única pieza de equipo que necesita, un cuchillo de corte súper afilado, está rodeado por 100 plantillas de cartón y lo que parece una gran sierra de calar de cuero. Las piezas rojas, blancas y azules de diferentes tamaños están esparcidas por su escritorio. Le pregunto; “Este es un mono de carrera para Sam Lowes, ¿conoces al piloto británico de Moto2?” y él dice; “Sí, estoy familiarizado con su trabajo”.
Actualmente, Furygan da soporte al aspirante al título (Lowes) junto con el actual campeón mundial de Moto2, Johann Zarco, y el múltiple ganador del TT de la Isla de Man, Michael Dunlop, pero los trajes personalizados solo están hechos para los corredores profesionales. El resto de nosotros, simples mortales, nos conformamos con cosas mas comunes.
Otros nombres de pilotos famosos que han usado Furygan son un tal Agostini, Baker, Tito Rabat, Pons e incluso el propio Scott Redding. Alrededor de 90 trajes de carreras usados descansan sobre sus perchas en un área de almacenamiento, lejos de miradas indiscretas, después de haber sido analizados tras una caída o golpe. No importa que las paredes hablen, ¿y si estos trajes pudieran hablar?
Los trajes de circuito personalizados y los prototipos se construyen en la fábrica francesa, pero tal es la exigencia de perfección de la empresa, que solo aquellos con varios años de experiencia en el departamento de posventa se ponen a trabajar en ellos. El empleado debe demostrar un alto conocimiento técnico de cómo se construyen dichas prendas, trabajando primero en aquellas que tienen un problema o que se han rasgado y están buscando reparación.
La empresa fue fundada en 1969 por Jacques Segura, quien comenzó fabricando guantes de moto de piel para ampliar la gama de guantes de esquí y guantes de portero que ya producía. Los que sabéis algo de francés sabréis que la palabra francesa para guante es ‘gant’, que forma parte del nombre original de la empresa, Furygan. La ‘t’ se eliminó en 1972. A pesar de ser una palabra en inglés, ‘Fury’ surgió de la ira que ‘Mr Jacques’, como todavía se le conoce cariñosamente, tuvo con sus hermanos después de una pelea por su copropiedad original de la compañía.
El logotipo de la pantera se desarrolló a partir del emblema de un regimiento del ejército de paracaidistas francés muy cercano al Sr. Jacques, que había sido piloto de un regimiento similar en África durante su pasado militar.
Cada viernes por la tarde se sentaba con los técnicos y los desafiaba a una carrera de costura para ver quién podía fabricar una prenda más rápido. El ganador se iría a casa temprano, pero el Sr. Jacques nunca perdía. Y es esta la pasión, habilidad y participación lo que formó una cultura que permanece intacta. En 2000, el hijo del Sr. Jacques, David, asumió el mando y, aunque el desafío de los viernes ya no se lleva a cabo, todos los empleados saben que la puerta del jefe siempre está abierta. El Sr. Jacques todavía hace visitas regulares. “Hay un verdadero orgullo por lo que hacen. No se trata solo de fabricar artículos de moda, tiene que ser técnico, cómodo pero protector. Eso es algo noble para nosotros”.
A pesar de ser conocido como un fabricante de cuero, en realidad el 65 % de las ventas de Furygan se compone de textiles y la popularidad creciente de los jeans forrados con Kevlar ahora desafía las cifras de ventas de los pantalones de cuero. Mientras que la mayoría de los trajes, chaquetas y pantalones usan piel de vaca tradicional, los guantes están hechos de piel de cabra procedente de Asia.
Las pieles de vaca más tradicionales se obtienen en América del Sur a partir de ganado criado en Brasil y Argentina, que luego se envía a las fábricas de curtido italianas. Cuando llega a la fábrica de Furygan, se marca con tiza para definir debilidades, inconsistencias en los patrones, cicatrices o marcas en el cuero, algunas de las cuales aún se pueden usar si están detrás del logotipo, por ejemplo.
Luego, un escáner de tamaño industrial puede distinguir qué se puede y qué no se puede usar para hacer la cantidad requerida de chaquetas en un tamaño particular. La magia realmente sucede cuando una computadora conectada tanto al escáner como a una cuchilla circular de 3 cm comienza a cortar automáticamente las piezas exactas requeridas, aprovechando al máximo la piel escaneada y marcada con tiza anteriormente.
La empresa utiliza alrededor de 100.000 m 2 de cuero al año, pero mientras que una piel de vaca suele tener un grosor de 1 cm, Furygan solo utilizará la parte superior de 1 a 1,4 mm, que se describe como ‘pleine fleur’. Afortunadamente, el resto no se desperdicia, sino que otras industrias lo utilizan para fabricar suelas de zapatos o muebles. Una chaqueta necesita ½ vaca para realizarse, o lo que es lo mismo 2.5m cuadrados, además nos comentan que la fábrica puede cortar hasta 800 prendas por semana. También intenta disipar el mito de que el cuero de canguro es mejor que la piel de vaca. “No es mejor”, nos dice David Robert (responsable de marketing y comunicación de la marca), “simplemente es más caro, y se necesitan de 3 a 4 canguros para hacer lo mismo que podemos hacer con solo ½ piel de vaca. También es más grueso, pero algunos corredores lo prefieren. Tito Rabat siempre buscaba canguro cuando lo apadrinamos mientras que Zarco dice que no”.
Personalmente me tranquiliza saber que el estándar mínimo de calidad es perfecto y, de repente, me siento más seguro sabiendo que la chaqueta y los jeans Furygan que a veces utilizo fueron producidos en esta misma fábrica y por las mismas personas con las que he estado hablando. “Nuestro conocimiento es lo más preciado, eso es parte de nuestra cultura porque no somos vendedores, somos fabricantes”.
A medida que nos vamos abriendo paso por la fábrica, el zumbido de la maquinaria, tanto la maquinas digitales como las operadas manualmente es fuerte. Varios operadores usan auriculares, pero el ambiente sigue siendo jovial con hombres y mujeres de todas las edades que aparentemente disfrutan de su línea de trabajo.
Nos comenta David Robert que: “Todavía estamos invirtiendo mucho dinero en los estándares CE, desde la prenda más barata hasta la más cara. Eso es muy importante para todos los que quieran conducir una motocicleta y tener un buen equipo de rendimiento para conducir en las condiciones más seguras posibles”.
Todos queremos disfrutar de la libertad de las carreteras y la individualidad que nos brinda el motociclismo, pero hay ciertas reglas/normas y aunque la ley nos obliga a que usemos un casco, la mayoría de los motociclistas todavía nos sorprende cuando vemos a un tonto sin guantes o pasa un idiota en una moto deportiva con chanclas. No solo debéis de pensar en las vacas utilizadas, sino en las arduas horas de trabajo que la buena gente de Furygan y todos los fabricantes de equipos de seguridad para motociclistas dedican a hacer todo lo posible para mantener nuestra piel y nuestros huesos en su estado ideal.
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