Hoy toca recordar a un piloto que luchaba por competir en el Mundial y justo cuando tenía plaza para disputar su primera temporada completa, sufrió una grave lesión que rompió su sueño en MotoGP.
Alejandro Mariñelarena Mutiloa, ponía en constantes dificultades a los comentaristas extranjeros, incluso a los nacionales por su difícil apellido. Él mismo decía que podíamos llamarle simplemente Álex. Se dio a conocer el el CEV, Campeonato de España de Velocidad de Moto2, allá por 2012 cuando explotó su pilotaje con el Team Promo Racing. Su espectacular estilo, con cruzadas imposibles, llamaron la atención de muchos. Tuvo la posibilidad de hacer un “wild card” en Motorland donde finalizó 18º ya aquel año.
Para 2013 intentaría de nuevo el asalto al Campeonato de España de Moto2, mientras compaginaba con más “wild card” en el Mundial. Se quedó a las puertas del título, a 6 puntos de Román Ramos que fue el campeón. Todo se decidió en la última prueba disputada en Jerez. Mariñelarena fue a por la victoria con determinación pero su rival, Ramos, supo gestionar la ventaja de puntos.
Su proyección era clara hacia el Mundial y en 2013 cogió el sitio de Dani Rivas, en el equipo Blesens de Moto2, tras una lesión del malogrado piloto. Mariñelarena consiguió dos puntos en Motorland con un 14º lugar, a la postre el mejor resultado en su carrera deportiva. En Motegi, con el título entre Rabat, Redding y Pol Espargaró en juego, se vio involucrado en un peligroso accidente al salir de la primera curva, teniendo que abandonar.
Pese a que los resultados aún no llegaban, se ganó la confianza de Herve Poncharal para ocupar una plaza en su equipo, el Tech3, para disputar el Mundial de Moto2 para 2014. Llegaba su gran oportunidad, aunque nunca tomaría parte en otra carrera. Durante unos test privados de pretemporada con su nuevo equipo, en el circuito de Paul Ricard, sufría una grave caída.
El pamplonés de 21 años entonces quedó inconsciente. El personal médico acudió para atenderle directamente en pista y así darle los primeros auxilios. En ese momento el piloto recuperó el conocimiento y pudo hablar con los doctores. Fue trasladado entonces al hospital de Saint-Anne en Toulon para más chequeos y donde los médicos decidieron ponerle en coma inducido.
A partir de entonces empezaba una recuperación física para intentar volver a competir. Unos días después salía del coma inducido y poco a poco evolucionaba de forma lenta. Los meses pasaban sin noticias de su recuperación, hasta que en octubre de 2015 saltaba la noticia de que los médicos le inhabilitaban para competir.
Desde entonces se alejó de los circuitos y tuvo que replantearse su vida fuera del motociclismo. Álex podría haber llegado muy lejos en el Mundial, pero un accidente lo cambia todo en cualquier momento y sin previo aviso. Es el lado oscuro de nuestro deporte, las caídas y sobre todo las consecuentes lesiones. Por eso hay que aplaudir desde el primero al último, porque siempre que se suben en sus motos y salen a pista, se están jugando la vida.
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