El piloto australiano considera que su labor en la marca italiana es la de ayudar al piloto franquicia de Ducati, Andrea Dovizioso.
Muchas cosas han cambiado en Ducati últimamente. La primera, evidentemente, el rendimiento de la moto: de no ganar ninguna carrera entre 2010 y 2016 a conseguir 13 victorias entre 2017 y 2018. La segunda, la política en la alineación de pilotos: sin Jorge Lorenzo, la marca de Borgo Panigale parece apuntarlo todo a una carta, a la de Andrea Dovizioso, subcampeón en las dos últimas temporadas.
Junto a Dovizioso, Danilo Petrucci completa el garaje oficial de Ducati, pero, pese a la gran pretemporada del corpulento italiano, casi nadie ve en Petrux un candidato real a la corona. Son muchas las voces que consideran que Petrucci se ganará su renovación -sólo ha firmado un año con la marca- si hace un buen papel de escudero de Dovizioso, ayudando al veterano italiano a conseguir su primer título de MotoGP.
Y en un segundo plano están los pilotos satélite, entre ellos Jack Miller. El australiano vive su segunda temporada en Ducati, un año vital para él pues el hecho de que Petrucci sólo tenga un año de contrato le hace ser un candidato real a la moto de fábrica de cara a la temporada 2020. Y a pocos días de arrancar la temporada, Miller ha comentado, en unas declaraciones recogidas por Motorsport, que su papel en la marca italiana es de ayudar a Dovizioso.
“Tanto Petrucci como yo somos usados como un paso intermedio entre el piloto de pruebas y el piloto principal, que en este caso es Dovizioso“, reconoce Miller, cuyo rendimiento en pretemporada ha sido prometedor -tercero en los tests de Sepang y undécimo en Losail-. “Cuando llegan piezas nuevas a la fábrica, primero las prueba Pirro. Si son buenas, las probamos Petrucci y yo, y luego se las lleva Dovizioso“, aclara el aussie, ganador de una carrera de MotoGP en 2016, en Assen.
En Ducati lo tienen claro: son, de los tres grandes equipos, el único que tienen un claro líder en el equipo, y eso lo quieren aprovechar. Aunque Márquez es el amo y señor de Honda, la llegada de Lorenzo supone un desafío para el vigente campeón, y en Yamaha, pese a que la moto parece ir mejor, nadie sabe a ciencia cierta si será Rossi o Viñales el piloto referencia de la marca de los diapasones en 2019. En cambio, en Ducati todos los focos apuntan a Dovizioso. El deseo de título en Italia es tan grande que, por ello y como explica Miller, las cartas las juegan en una sola dirección.
Sin embargo, Miller puede estar contento con la temporada que le viene. Por primera vez desde que es piloto MotoGP, llevará una moto oficial, pese a estar enrolado en el equipo satélite. La marcha de Petrucci al equipo oficial le ha dejado, junto al rookie Bagnaia, como el piloto número 1 del Alma Pramac y con el privilegio de llevar una jugosa GP19, en un rol similar al que disfrutaba Petrucci en las dos últimas temporadas y con el que logró varios podios. “El paso de la GP17 a la GP19 es un gran paso. Hicieron un gran desarrollo con la 2018 y también con la 2019“, explica el australiano.
Por ello, el joven Miller se muestra ambicioso a la hora de marcarse objetivos para la nueva temporada: “El objetivo siempre es acabar en el podio y me gustaría hacerlo varias veces este año, pero, pero primero hay que lograrlo una vez. Creo que tengo un conjunto realmente bueno y un gran equipo a mi alrededor. En mi segundo año con Pramac, todo es un poco más normal. No hay muchas incógnitas. Tengo confianza”.