El Mundial llega a Mugello el fin de semana que viene y eso significa que las velocidades punta se dispararán en MotoGP.
Si hay un circuito que ejemplifica a las mil maravillas la velocidad es el de Mugello. Queda algo más de una semana para que los pilotos de MotoGP desembarquen en Italia y encaren la sexta prueba de la temporada. Con Pecco Bagnaia liderando la clasificación general, las expectativas para el fin de semana son máximas. Al espectáculo que carrera a carrera nos dan los pilotos, en esta ocasión se le sumará un nuevo factor: la velocidad punta.
Históricamente el circuito de Mugello siempre se ha caracterizado por su impresionante recta principal, pero en general, gracias al continuo desarrollo de las motos, en cualquier circuito se baten récords de velocidad. En el trazado italiano, dicho récord lo tiene Jorge Martin. El piloto de Pramac Ducati logró en 2022 batir un récord absoluto de 363’6km/h. Dicha marca es 40km/h más alta que el primer récord que Tohru Ukawa firmó la primera vez que MotoGP visitó Mugello allá por 2002.
Pero este hecho no tiene que sorprender, ya que a medida que las temporadas han ido sucediéndose, los registros han ido bajado también. Porque si antes hablábamos del récord de 2022 de Martín, la mejor vuelta la tiene Fabio Quartararo. En 2021 el piloto francés firmó un 1’45.1870, un tiempo que la temporada pasada no se logró mejorar. En este 2023, si todos siguen la dinámica de este inicio de curso, seguramente sí se pueda superar.
La peligrosidad de antaño no impedía altas velocidades
Volviendo a la velocidad punta, cabe apuntar que no solo en Mugello se superan los 350km/h. Losail y Austin son otros dos circuitos donde también se ven registros estratosféricos. En el Gran Premio de este 2023 en Estados Unidos, por no irnos muy lejos, fue Maverick Viñales quien alcanzó los 356’4km/h. Todo esto ocurre, como venimos diciendo, por la gran cantidad de tiempo que actualmente las marcas dedican al desarrollo electrónico y aerodinámico.
En antaño, pese a no tener unas evoluciones tan impactante en el día a día, las velocidades también eran muy altas. Un ejemplo sencillo es recurrir a Monza. Ahí, Giacomo Agostini en 1971 marcó una velocidad punta cercana a los 205km/k. En ese momento había motos de cuatro tiempos. Pero, ¿cómo puede ser que en antaño se corriera a velocidades tan altas con unas motos mucho menos evolucionadas? La explicación es relativamente sencilla: los circuitos de entonces tenían unas características que propiciaban dichos registros, con curvas rápidas y ejecutando un pilotaje arriesgado y al límite. En Sachsenring, Spa, Reims o Salzburgring son otros ejemplos de peligrosos circuitos donde la velocidad estaba a la orden del día.
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