Un piloto con números de campeón
Moto.it entrevistó a Marco Melandri en Lugano, donde actualmente vive con su esposa e hija. Con 416 carreras disputadas, 44 victorias, 137 podios, un título mundial en 250cc y múltiples subcampeonatos, su carrera está llena de éxitos. Además, terminó 14 de sus 20 temporadas dentro del Top 5, demostrando una impresionante consistencia. “He aprendido mis números”, bromea Melandri, reconociendo que ganar una de cada diez carreras es un logro increíble.
El Mundial de 125cc que Nunca se Olvida
Uno de los momentos más dolorosos de su carrera fue perder el Campeonato del Mundo de 125cc en 1999 por solo un punto. “Nunca me abandonará”, confiesa. Con cinco victorias frente a un rival que no ganó ninguna, dos lesiones a lo largo de la temporada y un infortunado accidente en la última carrera, Melandri quedó a las puertas del título. En un intento desesperado por frenar a Emilio Alzamora y favorecer a su compañero Locatelli, intentó ralentizar la carrera, pero no fue suficiente. “No fue un buen gesto, lo reconozco, pero en esos momentos harías cualquier cosa para ganar”, admite.
Comparaciones con Valentino Rossi
En su época, algunos lo señalaban como un talento incluso superior a Valentino Rossi. Sin embargo, Melandri rechaza esas comparaciones: “Éramos muy diferentes. Yo crecí un poco a su sombra, pero me faltó la agresividad que hace falta para ser campeón. Un verdadero fenómeno tiene que ser, deportivamente hablando, un poco imbécil y egoísta. Quizás me convertí en eso demasiado tarde”.
Una Infancia de Sacrificios y Luchas
Nacido en Rávena y criado en un barrio de viviendas sociales, su infancia no fue fácil. Perdió a su madre a los cuatro años y su hermana mayor dejó de lado sus propias pasiones para apoyarlo. “Si no fuera por Tardozzi y Reggiani, que me ayudaron en mis inicios, nunca habría podido correr en moto”, revela. Con el tiempo, Melandri retribuyó ese esfuerzo involucrando a su hermana en su carrera y contribuyendo al bienestar familiar.
El Recuerdo que Aún Lo Emociona
Uno de los recuerdos más conmovedores de su vida ocurrió en Navidad de 1986, cuando recibió su primera moto, un Yamaha Grizzly. “Mi madre ya estaba enferma, pero sabía de mi pasión por las motos”, cuenta con la voz entrecortada. Aquel día, solo quería que ella lo viera montando, iniciando así un camino que lo llevaría a la cima del motociclismo mundial.
La historia de Marco Melandri es un relato de talento, sacrificio y madurez. Su legado va más allá de los títulos que ganó o perdió; es el reflejo de una vida entregada al motociclismo, con todas sus luces y sombras.
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