Jack Miller, el piloto australiano del Pramac Ducati, ha sido el único hasta el momento capaz de enseñar a Marc Márquez la rueda de su Desmosedici en carrera, poniendo en un aprieto su victoria durante algunas vueltas.
Desde que comenzó la temporada y salvo la caída de Austin o la victoria de Dovizioso en Qatar por apenas unas milésimas de segundo, Marc Márquez es, un año más, el dominador absoluto de la categoría. De cinco carreras disputadas, el de Cervera suma ya tres triunfos casi rodando en solitario. Aunque no tanto en ésta última, la del Gran Premio de Francia, donde Jack Miller fue el único capaz de hacer algún adelantamiento con su Ducati. Lo que provocó que el español cambiara su estrategia para recuperar el liderazgo que había perdido.
Lo cierto es que su particular lucha con la Honda no sirvió de mucho, pero al menos su trabajo fue más persistente que la de las Ducati oficiales. Petrucci y Dovizioso se quedaron en las posiciones de atrás como meros espectadores, pudiendo atacar en los últimos giros de la prueba, cuando el piloto satélite del Pramac ya sufría con el desgaste de sus neumáticos y Márquez ya rodaba unos segundos por delante, afianzando una nueva victoria como la de Jerez o la de Argentina. La realidad es que el del Repsol Honda Team va dando pasos en firme hacia un nuevo título que parece, por el momento, sólo le puede disputar una Ducati, la de Andrea Dovizioso.
Miller: “Fue agradable poder adelantar a Márquez”
“Tal vez en el duelo que tuvimos con Marc usé los neumáticos demasiado pronto. Traté de mantenerme por delante de Márquez porque sentía que tenía la velocidad para hacerlo, aunque no sabía si podría mantener ese ritmo durante toda la carrera”, comentaba Miller al final de la prueba, el único capaz de poner al de Honda en modo competitivo y obligarle a buscar todavía más su límite. El australiano apretó al principio de la carrera, enzarzándose en un cuerpo a cuerpo con el líder del mundial, en la que se pudieron apreciar varios toques. Llegó a liderar durante dos vueltas, pero su goma blanda ya había sufrido mucho como para aguantar el ritmo del de Cervera hasta el final de carrera.
“Así que traté de ponerme delante de él y bajar un poco el ritmo, pero me pasó y, una vez que estuvo él delante, pudo escaparse una décima, luego otra, y otra, y otra hasta que tuvo un segundo de ventaja. Pese a todo, fue muy agradable poder adelantarle y demostrar que podemos pelear. Solo necesito descubrir cómo hacer todo esto sin consumir demasiado los neumáticos”, comentaba Miller de cara a las próximas carreras, especialmente la de Mugello, un trazado muy acorde a las características de la Ducati. Será allí donde intentarán recortar puntos de distancia con Marc Márquez, un circuito donde ya el pasado año consiguieron firmar un doblete con la victoria de Lorenzo y el segundo puesto de Dovizioso.
Una mala estrategia de Ducati
Ya casi a final de la prueba, cuando restaban diez vueltas para el final de la carrera, Jack Miller dejó pasar a Andrea Dovizioso abriéndose en una de las cuervas del trazado de Le Mans. La intención era que su ritmo pudieran acercarle a Márquez, quien ya iba varios segundos por delante. Sin embargo, lo que provocó fue la llegada de la otra Ducati oficial, Petrucci, a la batalla por el podio y dejando al australiano en cuarto lugar.
“Le dejé pasar porque pensé que podía tener un mejor ritmo que yo, pero para ser sincero, no fue así. De hecho, al dejar pasar a Dovi permití que Danilo Petrucci nos alcanzara. Por otro lado, sin embargo, fue positivo, poder seguir a Dovi me permitió entender algunas cosas que él hace de manera diferente. Por tanto, dejarle pasar digamos que tuvo aspectos buenos y malos”, comentaba Jackass positivamente, pudiendo aprender de la conducción del italiano para no forzar tanto las gomas al principio de carrera y poder ser competitivo hasta el final.
Dejé pasar a Dovizioso porque pensé que tendría más ritmo que yo
“Durante la carrera, antes de dejar pasar a Dovi, sentía que hubiera podido mantener la ventaja estando delante durante 10 vueltas, pero a las tres o cuatro últimas hubiera llegado ya con la goma realmente al límite. Dejarle pasar y seguir su ritmo me permitió enfriar un poco el neumático y darle un pequeño descanso. En perspectiva, tal vez fue algo inteligente dejarle pasar, pero dentro de mí una voz me dice que hubiera podido resistir hasta el final y defenderme las dos últimas vueltas. Pero un cuarto puesto es bueno y así lo tomamos”, explicó, arrepentido por no intentar mantenerse hasta el final, pasase lo que pasase con sus neumáticos.
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