Casey Stoner comenta varias cosas de cuando todavía era un piloto de MotoGP en activo.
El piloto australiano se ha sincerado en el podcast Gipsy Tales acerca de otros pilotos con los que competía cuando era piloto de MotoGP. Sobre todo ha mencionado al ya retirado Valentino Rossi, con el que compartió pista y luchas donde los aficionados también estuvieron involucrados dentro del paddock. Stoner habla también de la relación con sus rivales, pues no le gustaba tener ninguna polémica y menciona que aprendió de forma rápida alegrarse por las alegrías de estos pilotos por los que peleaba por el título de MotoGP.
Casey Stoner se fijaba mucho en los adelantamientos, e incluso a veces sentía culpa. «Nunca fui una persona blanda con los demás, pero sentía una gran culpabilidad si por ejemplo hacía que alguien se tuviera que ir largo, sentía culpa y quería dejarle pasar porque no había sido un adelantamiento limpio. No hablo de tener un contacto con el otro ni nada de eso, simplemente me sentía culpable si invadía su trazada y él se iba largo. Pero cuando empecé a correr contra Valentino me di cuenta de que no podía seguir haciendo esto. Cada vez que adelantaba a Valentino, intentaba que se fuera largo, porque es algo que él siempre me hacía, esperaba al último momento para meter la moto y yo me tenía que levantar e irme largo. Se lo quería devolver, hacerle ver que no podía seguir haciendo eso. Fue un buen momento para mí, entendí que debía ser un poco más egoísta, no quiero decir que tuviera que ser sucio, jamás lo habría hecho. Eso me ayudó muchísimo a lo largo de mi carrera».
«Sentía una gran culpabilidad si por ejemplo hacía que alguien se tuviera que ir largo»
Pero sobre todo se fijó en Valentino Rossi, nombrado ya Leyenda de MotoGP. «Di un gran paso adelante aprendiendo de Valentino, cómo tratar con la prensa, con otros pilotos en pista, allí hay mucha sangre latina, y al igual que en Estados Unidos no les importa que haya un poco de contacto, así que tuve que hacerles ver que no iba a ser una persona fácil de avasallar pero que tampoco me iba a convertir en un piloto sucio para hacer mi trabajo».
Pero no todo fue de color de rosa con los aficionados de Rossi. «Fue difícil, sinceramente. No sólo mi rivalidad con Valentino, porque durante toda mi carrera también corrí contra Dani [Pedrosa] y Jorge [Lorenzo], así que quizás ellos han sido mis rivales más complicados a lo largo de toda mi carrera. Pero durante esos dos años contra Valentino me hizo la vida difícil, tenía a toda la prensa en sus manos, a los fans… Muchas veces cuando iba por el ‘paddock’ en scooter al box había gente que intentaba tirarme de la moto. Iba en el scooter y había gente que literalmente te intentaba coger del brazo y tirarte de la moto, o se cruzaban por delante, hacían todo lo posible para que me cayera, para que me lesionara o me sucediera algo que me dejara fuera de la carrera. El tema de los fans es algo que Valentino nunca quiso parar. Algunas de las cosas que me hacían eran realmente malas, escribían mierdas en mi motorhome, me amenazaban y ese tipo de cosas».
«Lorenzo y Pedrosa pensaban que estaba haciendo algún tipo de juego mental con ellos»
La relación con Valentino. «Rossi era un buen tipo conmigo antes de enfrentarnos, pero en cuanto me convertí en su rival, inmediatamente cambió el chip e intentó convertirme en su enemigo. Lo peor que hizo fue hacerse enemigos. Se hizo enemigo de Marc [Márquez] y mío, dos personas de las que jamás debió hacerse enemigo en mi opinión. Marc y él se llevaban bien al principio, luego se volvió un rival y convirtió a Marc en su enemigo, y entonces Marc le causó muchos problemas, quizás al final le costó incluso un campeonato. No busques enemigos cuando no lo necesitas, por mucho que pienses que lo correcto es meterte en la cabeza de la gente, si al final eso no funciona tal y como sucedió con algunos pilotos, entonces es lo peor que jamás puedes hacer, porque esa gente se asegurará de que no vas a triunfar. Incluso si ellos no logran el éxito, se asegurarán para que tú tampoco lo consigas».
La deportividad nunca le faltó a Stoner. «Aprendí rápidamente a alegrarme por mis rivales, y es algo que ellos no podían entender. Recuerdo a Jorge [Lorenzo] y Dani [Pedrosa], los dos mirándome extrañados por cómo me alegraba por ellos. Ellos pensaban que algo no iba bien, que estaba haciendo algún tipo de juego mental con ellos, y yo les decía que no, que estaba feliz por ellos porque yo no lo había conseguido ese día. Si me habían hecho algo sucio entonces yo estaba molesto con ellos, pero en realidad nunca lo estuve porque nunca me hicieron nada. Siempre tuve mucho respeto por mis rivales, si no había sido mi día, entonces es porque habían sido mejores que yo. Lógicamente, yo no volvía mi box y le decía a mi equipo que estaba contento por haber sido segundo o tercero, pero me alegraba de verdad por ellos, y no lo entendían. No necesitas tener enemigos en el paddock, cuantos menos enemigos tengas, menos problemas».
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